Por Fernando Caride
Acabamos de ser testigos de un nuevo lanzamiento de Apple. Su flamante nuevo iPhone6 que, en este caso, ha venido acompañado de lo que según la compañía es el principio de su futuro: el iWatch, un dispositivo inteligente de pulsera, no me atrevería a llamarlo reloj, que nos va a servir para estar conectados con el mundo.
En el evento o Keynote, como le llaman ellos, volvieron a sorprender a todos los asistentes y no solo por el despliegue de medios, la puesta en escena o los dispositivos presentados, sino porque se convirtieron en la plataforma de lanzamiento de otra marca.
La compañía es especialista en sacarle partido a todos sus movimientos y, en este caso, su evento sirvió para presentar el último disco de U2 que, además, se distribuirá en su plataforma iTunes a todos sus usuarios de manera gratuita.
Así es como se comporta una compañía sobresaliente en comunicación, capaz de compartir el espacio de su gran evento del 2014 con otra gran marca porque sabe que así tendrá mucha más repercusión y, de paso, proyecta otro de sus productos.
Sorprender y aportar algo más que no solo hablar de uno mismo, estas son dos claves que hacen que un gran evento se convierta en un evento memorable, que hacen que cualquier acción de comunicación pueda multiplicar sus impactos.