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David Blay

Historias apócrifas del Dakar: Amparo Ausina

Pocas, muy pocas mujeres han disputado el Rally Dakar en toda su historia. Pero, de todas ellas, ninguna puede decir que consiguió lo que obtuvo como premio Amparo Ausina. Bañarse en el Lago Rosa, sí. Concluir la prueba más mítica del mundo, sí. Pero por encima de ello algo infinitamente más especial.

Pero pongámonos en antecedentes: corría el año 2005 cuando junto a su novio José Doménech se plantea el reto de iniciar y concluir la cita africana. Le carcomía la envidia por lo que iba a afrontar su pareja y decidió que cualquier cosa puede compartirse desde el amor. Hasta convertirse en la primera española en cruzar la meta senegalesa.

Sin embargo, su entorno no dejaba de advertirle de las dificultades que se encontraría, más teniendo en cuenta su condición de novata. La exigencia física, la destreza a la hora de pilotar, los problemas mecánicos que te impiden dormir al obligarte a repararlos si quieres salir al día siguiente… Vamos, lo normal en en el raid, pero acrecentado por las creencias limitantes hacia la figura (en teoría más débil) de una mujer.

Quizá por ello ella planteó un órdago, que convertía el reto en doble: no solo estaba segura de que se sumergiría en las aguas de Dakar, sino que además se casaría con José si ambos llegaban a la meta. Habría, por supuesto, una boda ‘oficial’ en Denia, pero la especial no sería el nombre de una etapa, sino su enlace en el África profunda.

Y no solo llegó. También fue capaz de saltarse las rígidas normas del papeleo senegalés para conseguir arreglar el enlace en dos días. Consiguió que los padres de ambos encontraran vuelos para estar presentes junto a ellos en la ceremonia. Y se las arregló para comprarse un vestido nuevo a muy pocos minutos de la boda, puesto que los seis kilos perdidos en la travesía le impidieron lucir como merecía el que se había llevado en la mochila.

Las lágrimas mezclaban la alegría de haber conseguido el reto de su vida con la hilarante situación que se produjo cuando el oficiante le preguntó a Doménech si era polígamo y si Amparo sería su única esposa. Y, posiblemente, la vista puesta en 2006, donde volvió a participar con su flamante marido como mecánico.

Pero esa, como decía Conan, ya esta otra historia…

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