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Pachi Larrosa

El Almirez

Marbella gastronómica

En día y medio en Marbella y sin pretenderlo uno se encontró con tres hitos gastronómicos de primer orden, una muestra de que la mítica ciudad malagueña aún mantiene pasados esplendores y una potencia turística difícilmente igualable. El primer encuentro gastronómico no pudo ser más impactante. Lugar, Puente Romano, y dentro de este complejo turístico, los exteriores del restaurante de Dani García, donde se celebraba un cóctel. En la entrada un cartel que anuncia ‘Cocina a cuatro manos’ unas jornadas gastronómicas que iban a reunir ¡a 71 estrellas Michelín! Uno piensa de entrada, que hay mucho de marketing en todo esto y que los portadores de tan apreciadas distinciones simplemente habrán puesto su cara y su nombre. Pues no. De pronto, aparecen, vestidos con su traje de faena, y pastoreados por Ferrán Adriá en persona, Joël Robuchon, Joan Roca, Daniel Humm, Quique Dacosta, Albert Adriá, Andoni Luis Aduriz, Paco Pérez, Dani García, Paco Roncero, Ángel León, Francis Paniego, Toño Pérez, Ramon Freixa, Rodrigo de la Calle, Ricard Camarena, Marcos Morán Josean Alija, Paco Morales y Sebastián Frank. Todos ellos, reunidos en torno a un homenaje a Jöel Robuchon. 71 estrellas Michelin. Simplemente, impresionante. www.grupodanigarcia.com/

Adriá, en Marbella

Lluvia de estrellas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y tras el cóctel, una deliciosa cena con Luisa Bouloh, la propietaria del restaurante Marrush, especializado en cocina libanesa, un delicado establecimiento situado frente a Puerto Banús. Frente, no dentro, precisión que puede suponer una importante diferencia en la factura final. Que no en la calidad, inigualable. Luisa, de origen bereber, es, además de una perfecta anfitriona una magnífica cocinera y empresaria de éxito que ha sabido mantener la esencia de la cocina libanesa, plena de matices, colorido, aparentemente sencilla en el plato pero tremendamente laboriosa de realización, sana y ligera. Fattoush, tabbouleh, muhamara, unas picantes patatas harra, falafel, kibbeh… sonoros nombres de platos de una gastronomía fresca basada en frutas, verduras y legumbres, que ha integrado aspectos de la comida turca y árabe. www.marrush.com/

 

 

 

Y al día siguiente, cambio de tercio gastronómico e histórico. Santiago Domínguez es un burgalés que llegó a Marbella hace más de 60 años, cuando la ciudad no era sino un pueblo de pescadores. Sin ser aún mayor de edad (tuvo que hacer trampa) abrió el primer chiringuito de la historia de Marbella, con la primera cerveza de barril conocida por los lugareños. Que ya es tener vista. Supo de fogones gracias a su madre, que cocinó para Largo Caballero. Su restaurante –Santiago-, frente al paseo marítimo, ha visto pasar –literalmente- a medio mundo. Con su voz apenas audible, Santiago va recordando a Onasis, Ava Gadner, los hermanos Kennedy, la Callas, Antonio Banderas y su Melanie, Camilo José Cela, Anthony Quinn, la princesa Soraya, Vargas Llosa, Kofi Annán, Julio Iglesias… lo dicho, medio mundo. Cocina tradicional y mediterránea, con toques creativos, producto irreprochable y un saber hacer cultivado durante décadas son sus cartas, con las que ha elevado su restaurante a referencia gastronómica nacional. Gentes como Martín Berasategui, Lucio, Juan Mari Arzak o Pedro Subijana han dejado por escrito sus homenajes a este pequeño gran restaurador. www.restaurantesantiago.com/

Con Santiago, frente a uno de sus locales.

En definitiva, toda una inmersión en una oferta gastronómica, la de la ciudad malagueña, tremendamente atractiva, variada, multicultural, para todos los públicos… y casi todos los bolsillos.

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Sobre el autor

Periodista, crítico gastronómico. Miembro de la Academia de Gastronomía de la Región de Murcia.


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