Duro mundo el del famoso. Quizá más duro si te llega siendo un niño/a. De repente te conviertes en un fenómeno de masas, perseguido por todos los medios de comunicación. Difícil de gestionar si los que te rodean no te ponen los pies en la tierra.

No es que el éxito, a temprana edad, sea un inconveniente para el futuro del artista. Lo que resulta necesario es que su entorno familiar controle su desbordado entusiasmo, educando para cuando llegue el declive, que mas tarde o mas temprano llegará, ya sea por la edad, por una mayor competencia o simplemente por un cambio de tendencia.

Cuidado con los programas revelación en radio o TV, divierten y entretienen pero sus padres tienen una gran responsabilidad en su gestión.

Algunos ejemplos, mejor dicho, vidas:

JOSELITO – “El dinero que gané, y fue mucho para aquella época, la mayor parte se lo quedaron mis representantes, los productores y algunos que decían ser mis amigos. Me engañaron mucho y mi familia contaba poco. No jugué en mi infancia pero me sentía aclamado y vitoreado por todo el mundo, creía que duraría siempre el éxito”.

“Al hacerme mayor mi estereotipo de niño listo y travieso se convertía en un hombre al que no supieron buscar un nuevo personaje”.

“El olvido me causó una profunda depresión y mi adicción a las drogas acabó con mi futuro y mi persona”.

“Hoy estoy fuera de ese mundo, gracias a mi esposa, y me considero un superviviente”.

AMPARO MUÑOZ – Única española Miss Universo, año 1974. “He vivido mi vida sin hacer daño a nadie, sólo me he hecho daño a mi misma y a mi familia que sufrieron mucho por lo que publicaban”.

Los periodistas de la prensa rosa se cebaron con su vida. Pero lo peor fue la publicación de Julián Lago en la portada de la revista Tribuna diciendo que Amparo padecía SIDA. Dos años después de su muerte la justicia dio la razón a la familia, Amparo, no tenía la enfermedad.

Pero, sin duda, lo mas tormentoso de su vida fue su adición a las drogas que la llevaron a protagonizar varios escándalos públicos. Amen de tres divorcios.

“La vida es el precio”, significativo título de sus memorias.

Y al final un “bello juguete roto”

LALO GARCÍA – Campeón de baloncesto, su cuerpo fue hallado en el Pisuerga a los 24 días de salir de casa. Desesperanza en el futuro, problemas sentimentales, sin empleo, había pasado un calvario con el caso ‘Forum F’. Pero no es el primer español que acaba víctima de sus propios éxitos.

YAGO LAMELA – Su muerte a los 36 años conmocionó el mundo del atletismo. Tuvo una dura transición de la élite del deporte a la cotidiana vida del anonimato. La depresión le llevó al triste final.

JESUS ROLLAN – El que fuera portero de la mejor selección española de waterpolo se suicidó en marzo de 2006, con 37 años.

Se dio al consumo de drogas como remedio a la retirada del deporte de élite.

JOSE GIMÉNEZ ‘El Chava’ –Uno de los mejores escaladores ciclistas de los 90, falleció con 32 años. Paro cardíaco con sospecha de abuso de sustancias para curar la depresión que padecía desde su retirada.

MARCO PANTANI – Sobredosis de cocaína, encontrado muerto en la habitación de su hotel. Atravesaba una crisis depresiva. Su adición a esta sustancia se remonta a 1999, poco después de su expulsión del Giro. Sus compañeros consideraron que ‘El Pirata’ comenzó a morir en ese momento, penúltima etapa del Giro, que tenía prácticamente ganada.

El mazazo emocional y psicológico fue tremendo, ya nunca se recuperó.

MACAULAY CULKIN (Solo en casa) – Ayer niño prodigio, hoy un hombre esquelético con problemas de drogas y alcohol. Los conflictos de sus padres por la herencia de su hijo poco ayudaron al control y educación del chico, que con 10 años llegó a cobrar 8 millones de dólares por película. Ahora pasea por Nueva York con la mirada perdida.

LAMAR ODOM ((Lakers) – Apareció en un prostíbulo de lujo con una ingesta de drogas y alcohol. Su adición al sexo e infidelidad le causó tres divorcios. Pero la muerte de su hijo fue el comienzo de su turbulenta vida. Pasó de ser una estrella de la NBA a las juergas de la noche eterna. Hoy se debate entre la vida y la muerte luchando en la ‘cancha’ de la UCI.

Cuando no se gestiona bien el éxito, en su caída, aparecen el ostracismo y la depresión, refugiándose como en la mayoría de casos vistos, en las drogas y el alcohol, y desgraciadamente algunos con el suicidio.

Murcia, 21 octubre 2015