Cada minuto en Internet
Cada vez que una persona, una empresa o un dispositivo conectado a Internet realiza alguna actividad on line se generan datos muy valiosos – el nuevo oro – que hay que tratar, analizar y lo que es muy importante, proteger y conservar en algún soporte físico, bien sea personal, en local o en la nube.
Nuestro futuro inminente se va a desenvolver en un océano de datos interconectados, generando billones de nuevas relaciones entre las que habrá que bucear para extraer aquéllas que aporten más valor para mejorar nuestra calidad de vida, para transformar los servicios públicos, para hacer más sostenibles y eficientes nuestras ciudades (Smart cities) y para fomentar el crecimiento económico.
El Big Data está aquí
El problema es que el hombre tiene una capacidad limitada de analizar, de interpretar y de tomar decisiones inmediatas cuando las interrelaciones a tratar son continuas, numerosas y complejas.
Si no hubiera automatizado sus procesos, ¿cuántos empleados debería tener Amazon analizando en tiempo real los datos de las compras de millones de usuarios para desencadenar manualmente acciones de publicitarias o de fidelización de clientes? Su algoritmo de recomendación de búsquedas induce un aumento de las ventas de un 15%.
Los datos per se son intrínsecamente mudos. Hay que saber transformarlos en información y ésta en conocimiento útil, fácilmente visualizable por las personas que deben tomar decisiones.
De esto trata, en esencia, el Big Data. De reconocer el valor de los datos para el negocio, de definir las infraestructuras tecnológicas necesarias, de la generación de modelos, del análisis, la visualización e interpretación de los datos.
Los especialistas en Big Data, los Data Scientist serán uno de los perfiles profesionales más demandados en los próximos años, para cualquier tipo de empresa, no sólo las tecnológicas.
Si esto está ocurriendo ya, con los datos originados fundamentalmente por las interacciones humanas, ¿qué dificultades cabe esperar de la eclosión del Internet de casi todas las cosas y la vorágine de datos que van a generar continuamente las máquinas?
El poder de los algoritmos
Básicamente, un algoritmo es un procedimiento para resolver un problema, del tipo que sea. Desde la más tierna infancia estamos usando, sin identificarlos como tales, algoritmos cuantitativos, para multiplicar, dividir o para hacer raíces cuadradas, éste último ya en franca decadencia.
Un claro ejemplo de cómo el conocimiento se puede convertir en una innovación de éxito mundial es el potente motor de búsqueda de Google, la marca más valiosa del planeta. Su PageRank es una familia de complejos algoritmos matemáticos basados en la teoría de grafos y en el álgebra lineal (matrices de miles de millones de filas y columnas), que sufrió, por cierto, importantes modificaciones el año pasado, obligando a millones de páginas web a adaptar sus contenidos a los smartphones, para no ser penalizadas en los resultados de las búsquedas.
Waze recomienda la ruta óptima a millones de conductores gracias a un algoritmo específico del que sólo se conocen algunos aspectos generales. Lo mismo se podría decir de Spotify, la plataforma líder de difusión musical, con 20 millones de usuarios de pago mensuales. O de los que permiten la aparición del coche inteligente, elemento clave del futuro del transporte.
La consultora tecnológica americana Gartner ha acuñado el neologismo economía algorítmica para resaltar el enorme valor potencial que poseen las interrelaciones entre los datos generados por multitud de dispositivos de uso personal y profesional, que hasta ahora se tratan aisladamente.
También se refiere a los datos provenientes de sensores y de máquinas que desbordarán la capacidad humana de tratamiento y que requerirán el diseño de algoritmos que posibiliten el entendimiento directo entre dispositivos, que sean sensibles al entorno, que actúen en consecuencia, de forma automática, y que sean capaces, además de aprender, en el sentido de ir perfeccionando su rendimiento para ir automejorando sus prestaciones.
Según Gartner los algoritmos se convertirán en una poderosa arma competitiva para todas las industrias, sobre todo a las más intensivas en la generación de datos de múltiples fuentes, como las empresas de logística, las de análisis de riesgos, las aseguradoras y las de selección de personal.
Vale la pena dedicar unos pocos minutos a visualizar este interesante vídeo: “Los algoritmos al poder” que nos sugiere cuestiones como: ¿Cómo prever la música del mañana? ¿Reemplazarán las máquinas y los algoritmos a los humanos? Spotify apuesta por el Big data para anticipar los gustos de los consumidores…
Como si fuera la fórmula de la Coca-Cola, tiene todo el sentido que las empresas protejan celosamente sus algoritmos en un entorno en el que Whatsapp, la mayor compañía telefónica del mundo envía ¡35.000 millones de mensajes diarios¡ sin poseer una infraestructura de telecomunicaciones o Uber, principal empresa de taxis del planeta usa algoritmos para conectar vehículos con pasajeros,sin poseer ni un solo coche en propiedad.
La industria TIC se enfrenta a acuciantes retos de gestión, almacenamiento y protección de los activos informáticos, desafíos generadores, a su vez, de oportunidades de negocio y de creación de empleo relacionado con la ciberseguridad y con el análisis de datos.
(Este post es una adaptación, corregida y aumentada, como se se suele decir, de un artículo del mismo título escrito para la edición impresa de la Revista de la Comunidad valenciana, economía3)