“Dirigir una empresa es como dirigir una orquesta. No tienes que saber tocar todos los instrumentos pero tienes que saber de música y contar con los mejores músicos”. Francisco Reynés
Para los directivos actuales “saber de música” hoy en día implica conocer las competencias fundamentales para dirigir, con conocimiento de causa, a los nuevos “músicos” de la era digital, los llamados knowmads.
En 2020, casi la mitad de los profesionales serán knowmads, “nómadas del conocimiento”, personas creativas, amantes del trabajo colaborativo, promotores de estructuras informales y con capacidad de establecer sinergias, dentro y fuera de sus empresas.
Personas que, con independencia de su formación de base, estarán siempre con las antenas desplegadas, en permanente vigilancia tecnológica, abiertas a explorar nuevos conocimientos y a hibridarlos para generar productos o servicios innovadores.
El mercado de la Industria 4.0 requiere perfiles multidisciplinares, competentes en tecnología, ingeniería, informática, telecomunicaciones, matemáticas, diseño o marketing, con capacidad de aprendizaje continuo y de evolución hacia otras áreas de conocimiento, dentro del esquema que define a los knowmads.
Según el experto Luis Lombardero, las 20 competencias clave que debe tener un trabajador cualificado en la era digital se clasifican en cuatro grandes grupos:
La mayoría de las empresas no innovan de forma sistemática. Muchas veces disponen de los medios técnicos y humanos necesarios pero precisan organizarse bajo la batuta de un director de orquesta que asegure que la innovación no sea algo esporádico o que se subsuma en la gestión de la calidad.
Para instalar la cultura de la innovación continua en el seno de una compañía se requiere una figura nueva, a la que Francisco González Bree, considera, a corto plazo, el puesto más relevante en una organización: el de Director de Innovación.
“Hoy en día la irrupción de la industria 4.0 caracterizada por la digitalización y la confluencia de las megatendencias tecnológicas está acelerando la necesidad de contar con un director de innovación en la empresa”
Las principales competencias asociadas a esta figura directiva transversal emergente se agruparían, según González Bree, en tres grandes bloques: identificación de los retos de innovación de la empresa (tecnológicos, organizativos o comerciales), gestión y financiación de los proyectos que den respuesta a esos retos estratégicos y por último, la explotación de los resultados.
Venimos comentando con frecuencia en este espacio el dilema del innovador, que plantea la necesidad de conjugar la explotación del día a día que garantiza el presente con la exploración constante del futuro.
De forma cada vez más perentoria, las empresas deben desarrollar y testar nuevos productos con gran rapidez, prestando mucha atención a los datos, al software que añade valor a sus productos físicos, ofreciendo servicios integrados y no fragmentados a sus clientes, estableciendo alianzas estratégicas, dedicando recursos suficientes y asumiendo algunos riesgos, mimando y fomentando el talento y la creatividad de sus empleados, …
Las empresas clásicas no pueden abordar estos retos de forma tradicional. Para contribuir a superarlos, en este escenario actual tan cambiante, los expertos aconsejan designar a un Director de Innovación que dirija la orquesta y … disponer en sus equipos de solistas con perfiles knowmad.