Hace 5 años ya que me autoimpuse esta especie de labor evangelizadora en pro de la innovación que vengo desarrollando con más o menos regularidad y acierto desde este “púlpito digital”, con los ambiciosos objetivos que enunciaba en el primer post:
Este blog surgió con la pretensión de convertirse en un modesto faro que iluminara el camino hacia la innovación sobre todo a las PYMES que piensan que es algo inalcanzable para ellas.
También se ocupará de la innovación como concepto transversal y como actitud de sana rebeldía que debe impregnar no sólo a la actividad empresarial sino también a los servicios públicos ante los clásicos “siempre se ha hecho así” y “másdelomismo”
Dado que esta bitácora no tiene una legión de seguidores, y que éstos no suelen ser muy activos haciendo comentarios, la verdad es que no sé en qué tipo de desierto pueden tener algún eco los más de 100 artículos que, con tanto esfuerzo, he venido publicando hasta ahora.
Consciente de mis propias limitaciones, he procurado, desde el principio, beber de las mejores fuentes, entre las que ocupa un lugar destacado uno de los mejores profesionales de España en materia de innovación: Amalio Rey.
Ha sido una casualidad que, justo ahora que yo “cumplo” 5 años en este menester, Amalio celebre su décimo aniversario como autor de referencia.
Con tal motivo, su último post trata de sus vivencias como bloguero veterano, y lo traigo a colación aquí, a modo de humilde homenaje y por coincidir con él en muchas de las razones que expone, salvando las enormes distancias que nos separan en conocimiento, experiencia y proyección pública. A su favor, claro.
Por mi parte, anteriormente había aportado mi particular visión de lo que supone escribir un blog en dos artículos. El primero fue en noviembre de 2014, con el título: “Un post me manda hacer Violante”. El segundo, “Vivir en clave de blog fue publicado en julio de 2015.
En esta tercera ocasión, de forma muy resumida, puedo decir que mantener este espacio es un ejercicio de autodisciplina cuyo cáliz está uno tentado muchas veces de abandonar, que te sientes obligado a estar al día y a forzar la inspiración, que se aprende mucho pero que cuesta horrores ser sintético y ameno,…en definitiva, cada post es una especie de parto de vida muy efímera, con una recompensa que va muy poquito más allá de la mera satisfacción personal.
Con motivo de este quinto aniversario, he utilizado el nuevo Google Sites para recoger todos los artículos que he publicado sobre innovación, con objeto de facilitar su localización a los lectores interesados.
También he aprovechado la ocasión para actualizar mi CV, incluyendo otras publicaciones, presentaciones y proyectos, algunos de los cuales no pasaron de las musas al teatro, una colección de vídeos caricaturescos con los que me río una y otra vez, problemas de ingenio, todos los detalles de un proyecto educativo innovador y un espacio nostálgico dedicado a la Academia de Cieza donde cursé el Bachillerato.
Esta especie de web personal que hoy comparto, mezcla de archivo documental y de libro de memorias (“memoria expandida”, la llama Amalio Rey), que iré alimentando y actualizando continuamente, será el pie de firma de los artículos que publique en adelante.