Se nos ofrece como excusa que Bernabé sale del Gobierno regional para engrosar el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, pero lo único plausible de esta versión oficial es que, con su presencia allí, los diputados murcianos tendrán más peso en las Cortes. A nadie escapa que su inclusión en la candidatura no sumará ni quitará votos al PP, y su trabajo en Madrid difícilmente ayudará a acelerar las gestiones pendientes de Fomento, que parece una consejería gafada. Lo cierto es que Bernabé -un buen consejero, en mi opinión- sale del Ejecutivo extemporáneamente y contra su voluntad, como si lo hubiera engullido un colector, y que tendrá que viajar a Madrid en el ‘talgo’ o en su coche, porque esta es la maldita hora en que el AVE sigue a tres kilómetros de Murcia y, el aeropuerto, aún cerrado.