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Carlos Escobar

Música inesperada

La primera impresión

 

Hoy, en lugar de recordar la figura de un compositor, les voy a hablar sobre un escritor y, en concreto, sobre uno de los personajes más célebres que creó. Me refiero a Carlos Swann, el atormentado protagonista del primer volumen de “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust.

Swann al principio del fragmento de la novela donde se narra con detalle la relación con Odette de Crécy, describe su impresión al escuchar, por primera vez, la interpretación de una obra de violín y piano: “Le gustó ya mucho ver cómo de pronto, por debajo de la línea del violín, delgada, resistente, densa y directriz, se elevaba, como en líquido tumulto, la masa de la parte de piano, multiforme, indivisa, plana y entrecortada, igual que la parda agitación de las olas, hechizada y bemolada por la luz de la luna”.
Proust, a través del personaje, refleja la capacidad que tiene el ser humano de experimentar distintas emociones a lo largo de la audición de un determinado fragmento musical, aunque no tenga conocimientos previos en la materia: “Quizá por no saber música, le fue posible sentir una impresión tan confusa, una impresión de esas que acaso son las únicas puramente musicales, concentradas, absolutamente originales e irreductibles a otro orden cualquiera de impresiones”.
Otro momento muy interesante de la narración, es cuando Carlos Swann, a medida que transcurre la pieza musical, comprueba como las notas musicales van creando sensaciones que se desvanecen conforme aparecen otras, de modo que las ideas musicales surgen para inmediatamente desaparecer, por lo que son “imposibles de describir, de recordar, de nombrar”.
Es muy posible que la lectura de “En busca del tiempo perdido” exija que vuelva a comentar sobre esta especial sensibilidad musical del escritor francés. Sólo he pretendido despertarles una vez más, la curiosidad por lo que nos puede brindar un concierto en directo y que sientan el riesgo permanente de ser sorprendido por las propias emociones. 
Se dice que las personas que nunca han asistido a un concierto de música clásica en directo, en parte son afortunadas, ya que les queda por vivir la maravillosa experiencia de la primera audición.
La música clásica en directo, nunca descansa. Ni siquiera en verano. En cierto modo, podemos decir que siempre tiene el carácter de música inesperada. Si están disfrutando de las vacaciones en la costa de Murcia y Alicante, les recomiendo a pie de página una velada estival muy interesante. 
Estoy seguro que si Marcel Proust o Carlos Swann veraneasen en torno al Mar Menor, no se lo perderían.
Jueves 31 de julio, 20 horas. Patio del Balneario de la Encarnación de Los Alcázares. Cuarteto de cuerda K 168 de Mozart, La Oración del Torero de Turina, Serenata para cuarteto de cuerda de Turina, Cuarteto de cuerda nº4 en Do mayor de Schubert. Intérpretes: Cuarteto Saravasti. Entrada libre hasta completar aforo.
 
Los textos en cursiva son un extracto de la edición de bolsillo de Alianza editorial de “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust.

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por Carlos Escobar

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