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La solución pasa por AENA

La viabilidad del aeropuerto de Corvera pasa por AENA. Siempre fue así. El error de partida radicó en pensar que tres aeropuertos (Alicante, San Javier y Corvera) podrían competir en un radio de 75 kilómetros. Se vivía el ‘boom’ inmobiliario, con el proyecto de Marina de Cope aún vivo, y las proyecciones de pasajeros se hicieron sin prever un posible cambio de ciclo económico. Pasó también con las autopistas de peaje y otras infraestructuras en todo el país, arrolladas por la mayor crisis conocida. La aspiración venía de lejos y la idea era buena (lo sigue siendo) porque San Javier, con su uso civil y militar, sigue con limitaciones de horario. La Región ni necesita ni puede tener dos aeropuertos. Pero San Javier no será nunca la solución de futuro. Que Corvera sea de titularidad pública y gestión privada era un enfoque correcto, pero entrañaba riesgos que deben recaer sobre quien legítimamente quiso hacer negocio (y probablemente ya lo hizo con el margen de la obra civil) y ha incumplido lo firmado en contrato, al menos en cuanto a la fecha de apertura se refiere. El Gobierno regional ha cometido diversos errores, pero iniciar la rescisión, aunque sea con retraso, es lo más acertado para abrir cuanto antes el aeródromo ya construido. Tras ser auxiliada con un aval de 200 millones, la concesionaria quiere reequilibrar sus cuentas con dinero público antes de iniciar la explotación, lo que no está claro que sea legal. Y además reclama un imposible: que la empresa estatal AENA renuncie a una inversión de 100 millones en San Javier, cuando está obligada a no tener pérdidas por su plan de privatización, y ni Defensa, ni el Gobierno regional ni Sacyr pueden ofrecerle una compensación. Seguir por el mismo camino solo habría dilatado la apertura de Corvera. El Ejecutivo regional debe proseguir con la rescisión, aun a riesgo de que se judicialice. De lo contrario seguro que pierde. Si se dan los pasos adecuados, el nuevo concurso podría estar en noviembre. A tiempo para que el concesionario elegido abra en pruebas en diciembre y llegue a la subasta de ‘slots’ para la temporada de verano de 2014. Es cierto que será difícil encontrar una empresa que asuma los 250 millones invertidos en Corvera, sobre todo porque el préstamo de 200 millones hay que empezar a pagarlo a los bancos en 2015. Por todo ello, la solución más factible pasa por negociar una demora de la ejecución del aval, a lo que parece dispuesta Caixabank, y propiciar que AENA entre en el concurso para que asuma la explotación, a través de una sociedad pública compartida con la Comunidad, cerrando San Javier y trasladando sus trabajadores a Corvera. El principal problema sería que los 200 millones se convertirían en deuda pública, aunque podrían ser sufragados, con el visto bueno de Hacienda, con el pago de un canon por AENA durante un plazo ampliado de explotación. Solo así no costará más dinero a los murcianos y tendremos el aeropuerto que históricamente reclamamos.

Las claves de la actualidad analizadas por el director editorial de La Verdad

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