«No busquen problemas donde no los hay», espetó ayer en Murcia el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, a preguntas de los periodistas sobre la deuda de 6.838 millones que acumula la Región. Es verdad que la situación sería peor de no haber intervenido el Gobierno a través del FLA, puesto que los intereses serían desorbitados, pero de ahí a minimizar las consecuencias de la gran ‘púa’ hay un abismo solo explicable por la cercanía de las elecciones. Más claro no lo pudo decir, este lunes, el BCE y Bruselas en su último informe sobre nuestro país: «La deuda pública española continúa aumentando y devolverla al valor de la referencia del 60% (del PIB) requerirá un esfuerzo fiscal continuado a largo plazo». A más deuda, más ajustes, según los ‘hombres de negro’. Si esto es lo que hay, solo un ruego, recortemos también en milongas.