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Rodrigo Errasti

Abonado 360

La importancia de tener cerebro

Menuda perogrullada pensará alguno. Hablo de cerebros futbolísticos… en este post. Este pasado fin de semana ha quedado demostrado una vez más esta figura. Tito Vilanova quiso reservar en Pamplona a Xavi, posiblemente el mejor centrocampista de la historia aunque nadie le conceda un premio personal, y casi patina en su primera salida. A Guardiola le costó caro la última vez que pisó Pamplona, pero Tito pudo rectificar y ‘Pelopo’ solucionó la papeleta.

En el Getafe-Real Madrid también se hizo evidente la importancia de una figura así: el Madrid no la tiene y cuando no está Xabi Alonso, o está demasiado desasistido y retrasado sin poder conectar con Ozil, se atranca. Parece más causalidad que casualidad, pero lo cierto es que tras tres partidos oficiales sin conocer la victoria (un empate casero ante el Valencia es el mejor botín de Mou en este verano de 2012) se cerró el culebrón Modric. Un buen fichaje, sin valorar el dinero pagado, porque sirve para jugar de mediapunta, como relevo de Alonso y de acompañante del guipuzcoano, más centrado en los partidos exigentes en la contención que en labores de creación.

En el duelo rojiblanco del Calderón las miradas estaban centradas en el estado físico de Ander Herrera, el hombre que hizo posible el cambio de estilo de un Athletic que rifaba la pelota desde atrás con Caparrós. Llegó Bielsa, entregó el mando al vizcaíno que venía de liderar al Zaragoza en su penar por Segunda División. Ayudado por el bullicioso y polivante De Marcos y el pausado Iturraspe, el equipo vasco completó su mejor campaña en 35 años. Los leones perdieron esas dos finales de mayo, lastrados por esas molestias físicas que han mermado el juego de su timón. Ante el Betis de Beñat, otro jugón de los buenos, notó que no el ’21’ sigue lastrado. En el Calderón su equipo estuvo triste, dolorido por la situación de dos futbolistas que han decidido marcharse y aún no saben su futuro.

En el bando atlético había muchas dudas respecto al rendimiento del equipo tras la marcha de Diego Ribas, el faro colchonero en Bucarest. Allí brilló Falcao, como siempre que cualquier balón aparece cerca de su zona de remate, pero el brasileño aportó ese punto diferencial que hizo brillar el buen trabajo de brega de Gabi y Mario. Habrá que ver si Simeone concede en el futuro esos galones a Oliver Torres -hay que tener calma con él y Cholo lo sabe- y puede hacer olvidar al brasileño que se volvió a Alemania con cierta tristeza. Normal, teniendo un Tigre como Falcao en punta cualquier cerebro disfruta.

El Chelsea espera a los atléticos en Mónaco, temerosos del momento de forma del delantero colombiano. Los blues se alzaron la pasada campaña con la Champions de la mano de Juan Mata, otro de los llamados a liderar el juego de La Roja junto a Thiago, cuando Di Matteo pensó en buscar la meta rival. Ahora, tras levantar el máximo trofeo con más efectividad que juego, ha apostado por traerse a Hazard. Apostar por la creatividad es un negocio seguro. Y es que un cerebro que se pone a funcionar hace mover al resto del cuerpo, por perezoso y torpe que pueda llegar a ser.

Menuda perogrullada pensará alguno. Hablo de cerebros futbolísticos… en este post. Este pasado fin de semana ha quedado demostrado una vez más esta figura. Tito Vilanova quiso reservar en Pamplona a Xavi, posiblemente el mejor centrocampista de la historia aunque nadie le conceda un premio personal, y casi patina en su primera salida. A Guardiola le costó caro la última vez que pisó Pamplona, pero Tito pudo rectificar y ‘Pelopo’ solucionó la papeleta.

En el Getafe-Madrid también se hizo evidente la importancia de una figura así: el Madrid no lo tiene  y cuando no se atranca Xabi Alonso está demasiado desasistido y retrasado para.Parece más causalidad que casualidad, pero lo cierto es que tras tres partidos oficiales sin conocer la victoria (un empate casero ante el Valencia es el mejor botín de Mou en este verano de 2012) se cerró el culebrón Modric. Un buen fichaje, sin valorar el dinero pagado, porque sirve para jugar de mediapunta, como relevo de Alonso y de acompañante del guipuzcoano, más centrado en los partidos exigentes en la contención que en labores de creación.

En el duelo rojiblanco del Calderón las miradas estaban centradas en el estado físico de Ander Herrera, el hombre que hizo posible el cambio de estilo de un Athletic que rifaba la pelota desde atrás con Caparrós. Llegó Bielsa, entregó el mando al vizcaíno que venía de liderar al Zaragoza en su penar por Segunda División. Ayudado por el bullicioso De Marcos y el pausado Iturraspe, el equipo vasco completó su mejor campaña en 35 años. Los leones perdieron esas dos finales de mayo, lastrados por esas molestias físicas que han mermado el juego de su timón. En el Calderón el equipo estuvo triste, dolorido por la situación de dos futbolistas que han decidido marcharse y aún no saben su futuro.

En el bando atlético había muchas dudas respecto al rendimiento del equipo tras la marcha de Diego Ribas, el faro colchonero en Bucarest. Allí brilló Falcao, como siempre que cualquier balón aparece cerca de su zona de remate, pero el brasileño aportó ese punto diferencial que hizo brillar el buen trabajo de brega de Gabi y Mario. Habrá que ver si Simeone concede en el futuro esos galones a Oliver Torres y puede hacer olvidar al brasileño que se volvió a Alemania con cierta tristeza. Normal, teniendo un Tigre como Falcao en punta cualquier cerebro disfruta.

El Chelsea espera a los atléticos en Mónacom, temerosos del momento de forma del delantero colombiano. Los blues se alzaron la pasada campaña con la Champions de la mano de Juan Mata, otro de los llamados a liderar el juego de La Roja con Thiago, cuando Di Matteo pensó en buscar la meta rival. Ahora, tras levantar el máximo trofeo con más efectividad que juego, ha apostado por traerse a Hazard. Apostar por la creatividad es un negocio seguro. Y es que un cerebro que se pone a funcionar hace mover al resto del cuerpo, por perezoso y torpe que pueda llegar a ser.

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