>

Blogs

Isabel Franco

Yo también tengo cáncer

Puente térmico

Definitivamente he optado por descartar la búsqueda de un individuo, con nombre y apellidos, a quien culpar de lo que me ha ocurrido. El abandono no es casual, he llegado a un punto en que me temo que, de seguir, acabaría topando con mi partida de nacimiento.

Descartado el rencor, el castigo, la venganza y otros tantos sentimientos tan humanos como viles, me aterra ahora el futuro. En primer lugar, porque ya puedo contar con los dedos de una mano los tratamientos que me quedan, y me sobran dedos. Ni que decir tiene que, mientras me están dando caña en Oncología, me siento en cierto modo protegida ante el cáncer. Y, por tanto, más segura.

Ahora que ya veo como una realidad el final del camino que emprendí hace 16 meses, aunque me queda tratamiento hormonal para 4 años y medio, me temo que voy a pasar un poco de miedo al final del verano. Y es que, cuando vea que pasan las semanas y no me ‘chutan’ mi dosis, no voy a poder evitar el temor, que espero no se convierta en pánico.

Esto también es característico de mi, adelantarme a los acontecimientos. E inevitable. Sigo explicándome. Hasta ahora, la medicación está siendo como un paraguas que me protege hipotéticamente de recaer. Sin ella, me temo que me sentiré desprotegida. A merced de que los cambios que esta experiencia ha introducido en mi, sean suficientes para forzar el cambio de vida necesario para huir de aquel modelo que me produjo cáncer.

Y en ello estoy, tratando de traer al mundo a la nueva mujer en que supuestamente me he convertido, para darme la oportunidad de continuar con mi día a día habitual, sin volver sobre mis pasos para una secuela de este último capitulo de mi vida.

He comenzado señalando que me temo ser la única responsable de lo ocurrido. Según la psico-oncóloga, es así. Ella me explicó que, mientras no se conocen las causas exactas que dan lugar al cáncer, sí se ha podido comprobar que existen una serie de circunstancias que lo favorecen. Ese es el denominado estilo de vida. Y el mío, a la vista de la experiencia, era cancerígeno.

Llegados a este punto, y aceptado este planteamiento no con pocas reservas, lo necesario ahora es saber qué quitar y qué dejar, para cambiar siendo la misma. Divertido el juego de palabras ¿verdad?

Pues bien, yo creo que tengo la respuesta. En primer lugar no se trata de cambiar la familia, los amigos, el trabajo, el lugar de residencia… O al menos eso creo, aunque muchas personas optan por introducir cambios drásticos en estos aspectos. En mi caso, más bien se trata de asimilar cada experiencia de una manera diferente. De tomarme todo menos a pecho, de ser menos apasionada quizá, o exhaltada, no sé.

Y aquí es cuando me asalta el recuerdo de una frase habitual en las memorias de calidades de las viviendas que se construyen en esta calurosa región: “Óptimo aislamiento térmico y acústico gracias al doble acristalamiento con puente térmico que impide la entrada de frío o calor…”

¡Eso es lo que nos falta! Al menos a mi, un puente térmico que nos permita mantener las vivencias a la distancia suficiente, mientras evaluamos si dejarlas acceder a nuestra memoria puede resultar pernicioso.

Y es que, como hay personas que pasan por la vida sin conocer el verdadero valor de la amistad o el amor, otras corremos el riesgo de perder la vida sin haber aprendido a disfrutar de ella. Porque para lograrlo hace falta saber separar el grano de la paja, y eso no siempre es fácil cuando estás ocupado viviendo. Que si el trabajo, que si el consumo, que si, que si.

No voy a votar
Este domingo estamos todos convocados a las urnas para elegir a nuestros representantes en el Parlamento Europeo. Pero he decidido que no voy a votar. Formo parte de los españoles que se sienten decepcionados por una clase política que, inmersa en la grave crisis que nos ocupa, está más preocupada por señalarse con el dedo que por aportar soluciones imaginativas que nos permitan capear el temporal.

La guerra está siendo demasiado sucia. Mucho para el partido que gobierna a nivel nacional, porque tanto juego sucio delata su sentimiento de culpa. Demasiado para la oposición, que debería sentirse suficientemente segura gracias a lo mal que lo están haciendo sus contrincantes. Y, sin embargo, no ha dudado en tirarse al barro a plantar cara desde el mismo nivel. Es lo que pienso. En estas situaciones es cuando realmente tenemos ocasión de demostrar nuestra valía, aunque no sea fácil, pero con gallardía y respeto por encima de todo.

Nacho de la Fuente  ha vuelto, recientemente, a citar uno de los artículos  de este blog en La Huella Digital . Ya van tres . Y dado que ya le he agradecido por activa y por pasiva la atención en su blog, pues ahora he optado por hacerlo en el mío. Gracias, maestro, tú que sin saberlo me has enseñado a avanzar por tantos caminos desconocidos dentro de este blogomundo.

Experiencias vividas en torno al cáncer por una periodista murciana que ha sobrevivido a la experiencia

Sobre el autor

Periodismo. Social Media. Formación. Aprendiz eterna. Sobreviviente del cáncer. Una entre tantos. Ni más, ni menos.


junio 2009
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930