García Martínez – 26 octubre 1993
Dice la copia: “Yo tengo entre dos pesoes mi corazón repartio; si me encuentro a uno llorando es que el otro lo ha ofendido” Lo quieran ellos o no- que a lo mejor si lo quieren- el que llaman PSOE se ha troceado en dos. Hubo antes conatos diversos, distensiones mas o menos serias, rifirrafes de alguna consideración. Filfa todo ello, comparado con la situación actual, que es franca esquizofrenia, dicho sea con perdón.
Frente a una realidad que no admite replica, quizás convenga establecer ciertas reglas….
-Ciertas reglas, ¿para que?- pregunta, una miaja mosca, el capitoste.
Sencillamente, para la buena marcha. Supongamos que una persona normal, como usted y como yo, se encuentra en la calle, o en el bar de la esquina, con otras personas que si esta apuntada.
Que milita, vamos. En esa tan frecuente circunstancia, lo que uno solicita es la oportuna identificación . Necesitamos saber,siquiera sea para no meter la pata, con quien nos jugamos los cuartos. En una palabra: si se trata de galgo o de podenco. El partido debería, antes incluso del próximo congreso, poner en circulación un distintivo para cada una de las dos facciones. Un escudico de solapa o similar. Un pin, como se dice ahora.
Entonces, tú ya te ves al tío venir, ¿no? . Y en cuanto que lo tienes a un metro, caes en la cuenta de que por donde han de ir a los tiros. Lo que no puede uno es quedarse con la boca abierta.