>

Blogs

Inma

Zona de embarque

Las “Low Cost” se desnudan un poquito

Si ya viajar es un sueño, hacerlo barato es ¡la apoteosis!  Desde hace unos años, el espacio aéreo español está siendo ya ocupado por las compañías denominadas “low cost” . Han convertido en realidad este sueño.

Pero claro, para conseguir unos precios de vuelos baratitos, detrás hay una política de ventas harto complicada. Les contaré algunos trucos de los muchos que estas compañías utilizan. El ideal de cualquier compañía aérea es lograr que cada cliente pague un precio distinto por su asiento. Pues, nosotros pensamos –inocentemente- que lo que estamos comprando es un “asiento”. Pero ellos, lo que venden  es la “necesidad” de volar. Esta es la variable más importante para fijar la tarifa. Pues ¿qué precio estaría dispuesto a pagar una persona que debe ir a toda costa a un destino sin demora al día siguiente por enfermedad de un familiar querido? O, ¿qué precio abonaría aquella otra que, a tres meses vista, chequea ofertas? Es evidente que el primero pagará una tarifa mucho más elevada que este segundo que está buscando ofertas tranquilamente.

Una de las reglas básicas es conseguir que el avión esté el máximo tiempo posible “en el aire” y, a sensu contrario, el menor en tierra. Por esta razón, muchas veces cuando entramos en el avión, no está todo lo limpio que quisiéramos. Tiempo en tierra son plazas de asientos sin cobrar y abono de tasas aeroportuarias qué abonar. Así que, rigen siempre las prisas por despegar cuanto antes. Y de ahí también que estos vuelos no se demoren casi nunca. Sí, son muy puntuales ya lo creo, porque un minuto de retraso en tierra, se traduce en sus balances contables como “pérdidas”.

 

Otro truco que utilizan es operar con un solo modelo de avión. De esta forma en sus “stock”  de almacén tienen menor surtido de piezas de repuesto diferentes y, al mismo tiempo, los pilotos se hacen con mayor facilidad al conocimiento de los aparatos.  La duración de los trayectos de estas compañías casi nunca supera las cuatro horas, lo que redunda también en un ahorro directo.

Uno más es utilizar horarios de aeropuertos de menor tránsito. Así que, por ejemplo si viajamos a Canarias, llegaremos a las 9.00 de la mañana al hotel, eso sí, después de un madrugón porque el avión despegaba a las 6.00 am. Y para poder cogerlo, tuvimos que estar dos horas antes ya en el aeropuerto. Sí, sí, uno llega al destino con todo un día por delante que quisiera disfrutar pero, en realidad lo que está deseando es poder dormir al menos un ratito. Viene a ser el “efecto jet lag a la española”, pues sin llegar a cambiar de huso horario, lo que en principio era tan sólo “una hora menos”, parece que ha sido la vuelta al mundo.

Y ya les cuento un último para pasar de lo barato al “chollo”. Cuando inauguran una nueva ruta aérea, el coste del billete puede ser inferior a un euro. Y hay una razón detrás. Las compañías saben que todos, cuando compramos algo barato, no nos podemos estar callados. El “boca a boca” en estas compras transita a la misma velocidad de crucero que la de un airbus. Así que, nosotros contamos a nuestros conocidos que vamos a ir a Berlín o a Viena por 0,50€ y, ya de paso, la compañía con un par de vuelos así, cuenta con publicidad gratuita. Y todos tan contentos.

Voooolarrreeee, uooohhhhh ohhhhh!!!!!

Temas

Curiosidades y crónicas viajeras

Sobre el autor


junio 2014
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30