La literatura genera muchísimos negocios a su alrededor: desde editoriales tradicionales a empresas de servicios de edición, desde grandes tiendas de venta a no menos grandes plataformas de pirateo de libros. Y, como en casi todo, quien más trabaja menos gana, en este caso, el escritor.

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Muchos son quienes se lanzan a la escritura porque creen tener una historia interesante que contar, otros lo hacen porque sueñan con tener un gran éxito y poder vivir de su libro. La cuestión es que alrededor de este sueño muchos hacen su negocio y no son precisamente los escritores. Escribo este artículo básicamente para dar una dosis de realidad a aquellos que estéis pensando en dedicar horas de vuestro sueño y de descanso, y de tiempo en familia a la literatura.

Partamos de la base de que para vender un libro (como para vender cualquier cosa) hace falta promoción. Sin promoción, nadie conoce lo que has escrito. Y la promoción cuesta dinero.

Las grandes editoriales publican libros incesantemente porque necesitan rellenar su catálogo de temporada. Pero solo van a dedicar recursos a promocionar un puñado de obras. De hecho, a veces publican a escritores mediáticos porque gran parte de la promoción ya la tienen hecha. Probablemente, si una editorial de este tipo se interesa por tu obra, serás tú mismo quien la promocione, y, si consigues hacer el milagro, entonces la editorial tomará la iniciativa. Sin embargo, lo más probable que suceda es que solo compren tu libro amigos, familiares y algún despistado que pasaba por allí.

Las pequeñas editoriales subsisten a malas penas. Las tiradas no sobrepasan los quinientos ejemplares y la promoción que pueden hacer de las obras es mínima. Así que, en este caso, lo más probable que suceda es que solo compren tu libro amigos, familiares y algún despistado que pasaba por allí.

Luego están las empresas dedicadas a la coedición. La empresa te cobra por publicar tu libro (seguramente el coste no baje de los mil euros) y la promoción (por más argumentos que esgriman) correrá por tu cuenta. La empresa ya ha hecho el negocio; si tú como escritor quieres ganar dinero, tendrás que espabilar. Así que, en este caso, lo más probable que suceda es que solo compren tu libro amigos, familiares y algún despistado que pasaba por allí.

También tenemos las grandes plataformas de autoedición. Si eliges esta opción, al menos, no te costará dinero publicar el libro (aunque es recomendable contratar a profesionales que hagan el trabajo de diseño de cubierta o edición del texto, para que el libro cuente con un mínimo de calidad). Estas empresas potencian que haya muchos escritores subiendo sus libros, por lo que el tuyo apenas tendrá visibilidad y se perderá en el mar de libros publicados. Así que, en este caso, lo más probable que suceda es que solo compren tu libro amigos, familiares y algún despistado que pasaba por allí.

Por último, las plataformas de pirateo hacen su agosto con los libros ajenos. Ganan dinero con la publicidad de su propia página. Aquí es posible que encuentres más lectores que amigos, familiares, pero tu beneficio será cero.

Si tu ilusión es escribir, adelante, escribe porque disfrutas con ello. Si lo haces como una opción de ganar dinero, dedica tu tiempo a otra empresa más lucrativa. La literatura puede ser un gran negocio pero en raras ocasiones lo será para el escritor.