Hoy inauguro esta nueva forma de encontrarme con amigos y lectores. Como a todo buen comienzo, a este lo acompañan la expectación, un cierto miedo escénico, mucho respeto y el deseo de volcar en esta ventana, al igual que en todo cuanto escribo, lo mejor de mí.
Soy de la opinión de mantener siempre la sonrisa y el gesto agradable, en el amplio sentido de la palabra; primero por una educación respetuosísima hacia los demás, después por aquello que diría Pemán de “No quiero que en mi cantar mi pena se transparente/ quiero sufrir y callar/ no quiero dar a la gente migajas de mi pesar”. Pero, sobre todo, porque al decir que me encuentro muy bien, conseguiré que mis amigos se alegren y que mis enemigos se jodan.
Hay un chiste al que me gusta recurrir, para explicar alguna de las realidades de la vida, que cuenta como un millonario, en una fiesta en su casa, ofrece la mitad de sus muchísimos bienes a quien sea capaz de cruzar a nado una piscina llena de cocodrilos. De momento, alguien salta al agua, lucha a brazo partido con los reptiles y termina, medio desnudo y herido, pero saliendo de la piscina. El millonario le pide sus datos para hacerle el traspaso de la mitad de su fortuna, pero aquel hombre le dice que tiene muchas más riquezas que él. Sorprendido el millonario le pregunta que qué es lo que quiere, y el herido le contesta que encontrar al hijo de puta que lo tiró a la piscina.
Bien, pues yo estoy totalmente de acuerdo en que todos necesitamos un hijo de puta cerca que nos lance a la piscina de cocodrilos. Porque sólo así sabremos que somos capaces de cruzarla y salir, heridos, pero triunfantes de ella.
Yo me siento una privilegiada de
Soy adicta a defender causas perdidas, así que…, aquí podrán encontrar más de una. Y mis lectores me acusan de darles caña siempre a ellos. Dicen que las mujeres han encontrado en mí a una defensora a ultranza. Pero no es verdad. Para mí la justicia no tiene sexo, tan sólo razones y sentimientos, aunque esto último pueda ser un problema a la hora de dar de un veredicto.
En fin… creo que más que decir cómo camino, voy a comenzar a demostrarlo. Y aquí esta mi primer paso.