ANDAR CADENCIOSO
Subida a unos taconazos elevados a la enésima potencia caminaba o, al menos, lo intentaba con la dificultad de mantener un férreo control de su cuerpo digno de una atleta olímpica. Su andar era lento y cadencioso pero no porque pretendiera resultar sensual sino, simplemente, porque era el único andar posible sobre aquellos zapatos. Un […]