EL CORAZÓN DEL JUICIO
Como las muelas. Debería crecernos un corazón del juicio, como ocurre con esas muelas tardías. Ésas que, en ocasiones, reemplazan a alguna picada que hubo que extraer y cuyo fallo cubre una esplendorosa y enormísima muela nueva. ¿Recuerdan ustedes aquel famoso tango que decía: “Si yo tuviera el corazón, el corazón que di. Si yo […]