No es que haya una alarma social por la peregrina idea de que la justicia anda más ciega que nunca. No. Lo que ocurre, realmente, es que los ciudadanos honrados andamos, más que alarmados, acojonados al contemplar sistemáticamente que los jueces, puede que administren o suministren leyes, pero en pocas ocasiones esas leyes coinciden con la justicia.
Sin pretender cargar las tintas con quienes, seguramente, no pueden hacer otra cosa con las leyes que tienen en la mano -pensemos eso por no pensar en los muertos de quienes decretan determinadas sentencias-, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante injusticias como la cometida con el caso Marta del Castillo o con aquellos que se ven obligados a protegerse personalmente ante la apatía de la justicia. Como, por ejemplo, es el caso de Valentín Sánchez Ferrer, que, para defender a sus hijos del ataque de tres individuos, tuvo que enfrentarse a ellos con un arma de fuego.
¿Qué podemos hacer para impedir que la Ley ampare los derechos de los delincuentes por encima de los de quienes tienen que defenderse de ellos? Deberíamos de empezar a cuestionárnoslo.
Desde la detención del ciudadano Valentín Sánchez Ferrer se creó en Abarán, su pueblo, una Plataforma de adhesión y ayuda al mismo.
Dicha Plataforma invita a una concentración silenciosa frente al Palacio de Justicia de Murcia, a las 9,30 horas, del próximo martes día 17 del presente, con motivo de la celebración de la vista en la que se decidirá dejarle en libertad o mantenerle en prisión. La Plataforma ha cursado la correspondiente solicitud a la Delegación del Gobierno en Murcia. Durante la misma -se avisa- se evitarán cortes de tráfico o molestias a cualquier transeúnte.
Recemos porque nunca tengamos que vernos en manos de una “Ciega” que utiliza su ceguera, no para juzgar con equidad, sino para dar palos de ciego, nunca mejor dicho.