OCURRE ALGUNAS VECES…
Ocurre algunas veces -más bien pocas-, que la vida te ofrece en bandeja de plata el cuchillo y el cuello de tu mortal enemigo y tú, entonces, apartando ambas cosas, sonríes. Y por vez primera le muestras tu espalda y caminas. Ahí está tu triunfo. Y tu postrera venganza