Los ángeles de la quinta planta
Aunque estoy segura de que muchos de mis lectores no sólo pasan del wuasap, sino que les repatea el hígado ver a los más jóvenes de sus casas enganchados continuamente al móvil, enviando mensajes por wuasap y engordando los pulgares como si fueran pavos para Pascua, también sé que muchos otros comparten esa ¿insana? costumbre […]