Aprendiendo
Cuando una de mis alumnas, de casi ochenta años, terminó de leer su ejercicio yo no pude decirle nada; no pude corregir alguna frase mal expresada, o explicarle que lo había hecho muy bien porque un nudo atenazaba mis cuerdas vocales y mis ojos hacia rato que habían cambiado la imagen nítida de la clase […]