Tiene nombre de tenista o de modelo polaca. Y lo es, no tenista, pero sí modelo. Un modelo a seguir. No exactamente respondiendo a la idea que muchos tienen de la mujer a la que le sigue el calificativo de “modelo”, pero, sin lugar a dudas, todo un ejemplo y una mujer de cuerpo entero.
Ya se hizo una película de su vida, como ahora quieren, o han hecho, con la vida de “la” Esteban. El director de la película basada en
Probablemente, a estas alturas, muchos de ustedes ya saben quién es “la” Sklodowska, pero si, además, les facilito el apellido de su marido, apellido que ella adoptó, y le pongo un nombre, Marie Curie, con toda seguridad, ya saben de quien hablamos.
Y, seguramente, no necesitan que les dé tantos datos para saber quién es Belén Esteban.
Evidentemente, no se puede negar el fenómeno en sí, “la” Belén está hasta en la sopa. Pero tampoco puede negarse que su subida ha sido directamente proporcional al aumento de su engreimiento, endiosamiento, y ampliación de su estupidez. E inversamente proporcional a su ampliación de conocimientos y cultura, ya bastante escasa y deficiente de por sí.
Personalmente era una chica que a mí me caía bien en sus principios. Me parecía que los acontecimientos se habían confabulado en su contra para apartarla del hombre que, a todas luces, ella amaba y quién sabe si seguirá amando. Pero a medida que explotaba una vez y otra y otra, y así hasta el infinito, su odio y su frustración fue empezando a superarme hasta llegar a parecerme esperpéntica.
Sé que muchos de ustedes podrán pensar que hay cosas más importantes que Belén para hablar en este maravilloso espacio, por ejemplo, de mujeres extraordinarias, como Marja Sklodowska, orgullo de todo el mundo (cedió sus investigaciones a sus colegas en lugar de patentarlas), y que han conseguido para la humanidad grandes logros, pero ¿acaso les resulta poco importante que una inmensa mayoría de adolescentes estén planteándose que estudiar, tener una formación, una cultura, una preparación académica no sirve de nada? ¿Podría parecerles poco importante que alguna de sus hijas pretendiera emular el éxito sin precedentes de una mujer que, cuanto más ordinaria es, más audiencia tiene? ¿Consideran que es mejor no dedicarle mucho tiempo a alguien que es capaz de pasarse unas cuantas horas vespertinas haciendo muecas, torciendo el morro, realizando cortes de mangas, o soltando barbaridades por su boca y que, no obstante, sea considerada
Puede que no sea grave que muchos de nuestros conciudadanos no tengan pajolera idea de quien es Sklodowska, pero, les aseguro, que es mucho más grave que todos sepan quién es