Reuniones a todo trapo | EL BLOG DE BUITRAGO - Blogs laverdad.es >

Blogs

Manuel Buitrago

EL BLOG DE BUITRAGO

Reuniones a todo trapo

Tres reuniones seguidas en ocho días es el calendario que se ha marcado la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, para reconducir la situación en la cuenca del Segura y evitar otra manifestación como la del pasado mes de julio. La ministra recibe mañana a los consejeros de Agua y Obras Públicas de Murcia y Valencia; el jueves lo hará con los representantes del Sindicato Central de Regantes del Travase Tajo-Segura; y el día 18 ha citado al presidente Ramón Luis Valcárcel. De aquello que obtengan los regantes dependerá el alcance de la protesta en ciernes.

Lo sorprendente -convencido de lo exprimida que está la cabecera del Tajo- ha sido que Francisco del Amor, presidente del Sindicato, dijera en el programa El debate de Canal 6 que hay recursos dentro de la cuenca para salvar la situación: con el sinclinal de Calasparra, el embalse muerto, más pozos y posibles intercambios con otras cuencas. Lo que le ha ocurrido al Ministerio de Narbona es que, alcanzado tal grado de espiritualidad y de pureza legalista, se ve ahora con las manos atadas para facilitar algunos apaños para situaciones de extrema emergencia, como abrir sin más el acuífero de Calasparra.
La impresión general es que de momento nadie parece decidido a dar el primer paso para echarse de nuevo a la calle; aunque eso no quita para que en cualquier momento alguien se sienta obligado a decir adelante, más por coherencia con el calentón de días atrás que por puro convencimiento. Para salvar la situación se prepara «un decreto de sequía muy ambicioso», en palabras del director general del Agua, Jaime Palop, a este diario.

Pocas veces he visto a Antonio León alterado -hasta donde se lo permite su extrema bondad-; y una de ellas fue días atrás, cuando se enarboló la bandera de «castigo para Murcia». El delegado del Gobierno en la Mancomunidad de Canales del Taibilla sólo le concede legitimidad para protestar al secretario general del Sindicato Central, José Manuel Claver: «Fue el único que puso el grito en el cielo cuando en 1997 se opuso por escrito, en un artículo en La Verdad, a las reglas de explotación del Tajo-Segura. Todo el mundo aceptó aquellas reglas, incluidos los empresarios. Y no vale que ahora digan que no sirven», apura León.

El conflicto del agua encierra en Murcia una paradoja. Un denominador común. Antonio León, Antonio Cerdá y Francisco del Amor son colegas del Cebas. Se han formado como expertos en agua y agricultura en este centro de referencia del CSIC. Entre ellos pueden discutir, pero no se pueden engañar.

¿Hasta qué punto es cierto que con la lluvia caída en septiembre aguanta el arbolado -con 60 litros por metro cuadrado-, ayudado por la baja evaporación? ¿Es cierto que noviembre es el mes con mayor pluviometría? ¿Es verdad por otro lado que el árbol aguanta, pero que el fruto pierde calibre, y por tanto mercado? ¿Se está regando con hasta 4 gramos de sal por litro? ¿Se puede desembalsar más del Tajo porque la capacidad de recuperación de los hiperembalses de Entrepeñas y Buendía es superior a los cálculos conservadores del Ministerio? ¿En cuántas ocasiones -no parece que ahora- los regantes han iniciado un año hidrológico con 120 hectómetros del Tajo almacenados aquí abajo para afrontar con tranquilidad la siguiente campaña? ¿Por qué no aprendemos de todos estos años y se fija una reserva estratégica de al menos 100 hectómetros cúbicos para afrontar situaciones como la actual?

Hay que salvar la superficie leñosa de los regadíos, pero también los abastecimientos. Porque resulta que, examinando los números, no está totalmente asegurado el suministro para el próximo verano. Si se quiere hacer algún gesto a favor de los regadíos, lo cual está muy bien, hay que buscar más flexibilidad en el Ministerio; pero no restar caudales al Taibilla, que además tiene que ahorrar un 5%.

Puede ser una burla del destino que siendo la cuenca del Segura la que menos recursos de agua tiene, a la postre no haya sufrido restricciones para la población, como sí ocurre en zonas de Cataluña, donde están pensando en llevar en barcos-cisterna agua del Ebro desde Tarragona a Barcelona (merece la pena averiguar cómo lo harán); también en Málaga y sorprendentemente en Huesca, como ocurrió a principios del verano.

La mayor paradoja, no obstante, es que aquí no nos hemos movido; han sido los otros: Tenemos la misma sequía de siempre, no más que otros años. Las aportaciones propias en la cuenca del Segura no han sido de las peores. Lo que pasa es que Cataluña y Madrid le han visto la cara a la sequía -la amiga de los murcianos de toda la vida- y el personal se ha puesto nervioso. Por ahí fuera ya saben lo que es no tener agua.

Temas