>

Blogs

Manuel Buitrago

EL BLOG DE BUITRAGO

La joya de la corona

La Mancomunidad de Canales del Taibilla construirá otro canal para asegurar el suministro a 500.000 habitantes y llevar agua desalinizada al centro de la Región de Murcia

MANUEL BUITRAGO

 Publicado el 8 de diciembre

Versión PDF 1

Versión PDF 2

Versión PDF 3


Del grifo saldría un chorro como el arco iris si cada gota estuviera coloreada según la procedencia del agua: una amalgama de genes enraizados en los ríos Tajo, Júcar, Segura y Taibilla; así como en las plantas desalinizadoras y en los pozos. Todo se mezcla en los 2.500 kilómetros de canales, tuberías y depósitos que entrecruzan el territorio abastecido por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla: 79 municipios de la Región de Murcia, Alicante y Albacete que superan los 3 millones de habitantes en verano. Este organismo es una de las joyas de la corona dentro de la red nacional de suministro urbano, con el añadido de que opera en la única cuenca estructuralmente deficitaria. Esto le sirve de acicate para ir modernizando y renovando una red que fue creada en el año 1927. El objetivo que tiene entre manos es la construcción del nuevo Canal de Murcia, que garantizará el abastecimiento a más de medio millón de habitantes y permitirá transportar hasta el centro de la Región caudales de las desalinizadoras de la costa. Asimismo, instalará un sistema de telemando y automatización para controlar la vasta infraestructura en tiempo real.
El carácter totalmente público del organismo -dependiente del Ministerio de Medio Ambiente- le asegura un flujo constante de inversiones estatales. No en vano, es una entidad privilegiada por el chorro de millones recibidos en los diez últimos años, la mayor parte para construir las cuatro desalinizadoras de Alicante y San Pedro del Pinatar que pusieron fin al déficit y a los cortes de agua en los hogares, el último de ellos en el otoño de 2003. Ahora, no obstante, esas fábricas de agua están totalmente paradas. El delegado del Gobierno de la Mancomunidad, Adolfo Gallardo, recuerda que no puede tener beneficios, pero tampoco pérdidas. Es la cara y cruz.
Si este sistema de suministro “en alta” (lleva el agua hasta los depósitos municipales, pero no a las viviendas) estuviera en manos privadas, probablemente la inversión estaría limitada por los beneficios y el balance de explotación. De ahí que a principios de año se produjera un rechazo frontal y unánime de los alcaldes, partidos políticos y organizaciones ciudadanas a un cambio de estatus de la Mancomunidad, ni siquiera para que quedara integrada en la sociedad Acuamed, encargada de construir y explotar las desalinizadoras de la franja mediterránea. El proyecto está latente, pero en el Ministerio no se atreven a seguir adelante. El hecho de que haya fondos públicos disponibles no significa que las obras salgan gratis, puesto que todas se amortizan a través del recibo del agua que pagan los usuarios.

Una red de seguridad
Todos los años se renuevan las canalizaciones conforme van envejeciendo o se quedan pequeñas por el incremento de la demanda. En otras zonas se duplica la red para prevenir situaciones de emergencia ante un colapso del suministro. Es lo que sucedió el año pasado con la rotura del túnel del Trasvase en Ulea. De no haber existido una canalización nueva en la Vega Baja, construida hace cinco años, se habría quedado sin agua potable la mitad de la Región. La Mancomunidad pudo inyectar caudales desde el embalse de La Pedrera hasta los depósitos de Espinardo a través de un sistema de conducción reversible. Si se diera el caso excepcional de que no llegaran recursos de la cabecera del Tajo ni del río Taibilla, se podría abastecer casi todo el sistema con recursos procedentes de las siete plantas desalinizadoras construidas en la costa (las cuatro del Taibilla y las tres de Acuamed) que están conectadas a la red de la Mancomunidad.
El nuevo Canal de Murcia, cuyas obras se van a licitar este mes, funcionará también con un sistema reversible de bombeo que llevará las aguas a municipios del centro de la Región en caso de necesidad. El Ministerio ha destinado más de 30 millones de euros para los tres tramos que sustituirán al antiguo canal de 15 kilómetros de longitud y que conecta la estación potabilizadora de la Sierra de la Espada con los depósitos de Espinardo, pasando por Altorreal al norte de Murcia. Inicialmente transportaba caudales procedentes del río Taibilla, cerca de Nerpio, pero ahora conduce casi exclusivamente recurso del Trasvase del Tajo. Dicho canal tiene ramales que abastecen a Murcia, Alcantarilla, Molina de Segura, Las Torres de Cotillas, Alguazas, Ceutí y Lorquí. El conducto primario fue construido en los años 50 y tiene deficiencias que aconsejan su renovación. Su capacidad máxima de 850 litros por segundo es claramente insuficiente para la demanda de la zona, según los informes técnicos. También adolece de la adecuada seguridad y garantía porque solo puede distribuir agua de la potabilizadora de Sierra de la Espada, por lo que cualquier problema en la planta o en los canales provocaría un corte en el suministro. Asimismo, los costes de mantenimiento son cada vez más elevados y la explotación resulta muy complicada por la pequeña dimensión de la infraestructura y la falta de regulación en las tomas de agua.
El nuevo canal permitirá aprovechar el agua dulce generada en las desalinizadoras de la costa que llegan hasta los depósitos de Espinardo merced al sistema La Pedrera-Torrealta, que se construyó en el año 200. Es una opción de suministro que la Mancomunidad administra con cautela, ya que el incremento en la producción de agua desalinizada ocasiona automáticamente una subida de las tarifas y seguidamente del recibo que pagan los hogares. Ante una emergencia no existe discusión, como sucedió con la rotura del túnel de Ulea, pero en condiciones de normalidad hidrológica no se consumen esos recursos por su elevado coste, como sucede en la actualidad.
La conducción principal del nuevo Canal de Murcia desterrará el fibrocemento y se construirá con acero helicosoldado de 1,2 metros de diámetro. La renovación de la redes se realiza ahora con tubos fabricados con una aleación de hierro y carbono, que es más resistente.
El Comité Ejecutivo de la Mancomunidad adjudicará esta semana las obras de los dos primeros tramos del nuevo canal. El tercero fue aprobado días atrás por el Consejo de Ministros. Todas las obras deben estar terminadas en diciembre de 2015 para cumplir con los requisitos marcados por los fondos europeos, explicó Adolfo Gallardo.

La época dorada
Canales del Taibilla experimentó el principal “boom” inversor entre los años 1979 y 2008 bajo los mandatos de Antonio Nieto, Isidoro Carrillo y Antonio León. En ese periodo recibió las primeras aguas del Trasvase del Tajo y puso fin al déficit del suministro con las plantas desalinizadoras y con un sistema complementario de canalizaciones que refuerzan los abastecimientos. Se construyeron los nuevos canales de Valdelentisco, Cartagena, Alicante, La Pedrera-Torrealta, Orihuela-Espinardo y Lorca-Totana, casi todos reversibles.
Sin embargo, quedó bloqueado el proyecto para entubar las aguas del Trasvase destinadas a los abastecimientos, para hacerlas recircular por una nueva conducción desde el embalse del Cenajo hasta el centro de la Región, con un ramal al Altiplano. Se trataba de otra inversión mayúscula para mejorar la calidad del agua evitando que siga fluyendo por los cauces de los ríos Mundo y Segura hasta las potabilizadoras. Debido al rechazo social, no habrá cambios, lo cual ha dejado infrautilizado el túnel Talave-Cenajo ya construido que formaba parte del nuevo diseño.
La Mancomunidad dispone de 500 kilómetros de canales principales y otros 2.000 de conducciones y ramales. En muchas zonas existen tres tuberías operativas en paralelo para prevenir roturas y atender los incrementos de demanda. El próximo proyecto de envergadura será la instalación del sistema de telemando y automatización, que permitirá controlar toda la red en tiempo real.

Temas