Zaragoza acogió el Quinto Foro Permanente de Agua y Sostenibilidad, promovido por la Tribuna del Agua y que puso la lupa sobre los regadíos. Entre los expertos que participaron en varios paneles estaba prevista la asistencia del presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, José Salvador Fuentes Zorita. El documento previo de trabajo sobre Agua y Agricultura marcaba a las claras el objetivo y la tendencia que se está imponiendo: ahorrar a toda costa caudales en los cultivos.
Para ello se puso el marco del debate, que es el siguiente: España es el país más árido de la UE. Pese a ello la tendencia del consumo de agua va al alza; de tal forma que a este paso en el año 2015 se habrán captado recursos subterráneo y superficiales de 9.230 hectómetros cúbicos anuales por encima de lo que se consumía en el año 2001. Sigue: España es el país que dedica más recursos a la irrigación, y a la vez el que tiene mayores caudales regulados por habitante. Los hogares consumen el 10%; los sectores económicos el 8%; y la agricultura el 82% de agua, pese a que representa el 3,2% del PIB y el 6% de la población activa. Si se consigue reducir un 25% el consumo en agricultura, se duplicarían los volúmenes de agua para la población y para los sectores económicos.
Son datos para la reflexión; aunque el ahorro en los cultivos debería empezar precisamente en aquellas regiones que tiran del agua con pólvora de rey; y donde los regadíos están poco tecnificados y no son competitivos. No parece que éste sea el caso de Murcia y el Sureste. No obstante, hay otros peligros reales sobre nuestra agricultura; como la política de las grandes empresas mayoristas europeas que dirigen el mercado y controlan los precios; y por otro lado la invasión de productos del norte de África, Turquía, América del Sur y Oriente Próximo.
Iturbe y las desalinizadoras
Habla uno de los expertos
El profesor de Ciencias Ambientales de la Universidad de Princeton (EE UU), Ignacio Rodríguez -Iturbe, quien participó en la elaboración del Informe Berkeley favorable al Trasvase del Ebro, declaró el domingo en el diario Las provincias que «no conozco ningún caso en el mundo en el que se hagan desalinizadoras para regadío». Rodríguez-Iturbe defendió a capa y espada en Bruselas el Informe Berkeley en la comisión técnica convocada por la anterior comisaria Margot Wallström. En el caso de las desalinizadoras, y en alusión a la de Torrevieja, éste debió precisar que no es un planta sólo para regadíos, sino que una parte de su producción, unos 20 hectómetros, va para los abastecimientos. Tampoco son exclusivas para regadíos las plantas de Águilas, Valdelentisco y Carboneras. En todas hay uso urbano, lo cual permite a la postre asumir ciertos costes. Amén de que el agua desalinizada para regadíos cuenta con tarifas subvencionadas. Con el Ebro podía suceder otro tanto: el agua de boca podía ser más cara llegado el caso para abaratar el coste para los regadíos. En fin, pequeños matices.