¿Qué está cambiando en la política del agua del Gobierno central? Lancé días atrás una consideración sobre la salida de Cristina Narbona y de todo su equipo del anterior Ministerio de Medio Ambiente. Por eliminar, Zapatero ha restado importancia y singularidad al propio ministerio. Todo apunta a que la salida de Narbona fue una decisión de Fernández de la Vega, que no paraba de apagar fuegos con el conflicto del agua entre comunidades autónomas.
En una reciente entrevista en El País a la ex ministra, se apuntaba que su mayor fracaso ha sido no terminar con el programa de desalinizadoras ni con la pelea territorial. Se apuntó que había enfadado por igual al PP y al PSOE.
Ahora hay un nuevo equipo. No queda rastro de los colaboradores anteriores. Ni de Jaime Palop, ni de Antonio Serrano. Apuntan que este último ‘se ofreció’ para seguir en el Ministerio a las órdenes de Puxeu. Pero este último no quiso. Sólo queda del equipo anterior Adrián Baltanás, director general de Acuamed. Algunos señalan que será relevado pronto.
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En cuanto al giro político, ahora está en estudio una derivación del Tajo desde Extremadura a La Roda y a la cuenca del Segura. Se trata de completar al menos los 600 hm3 anuales del Trasvase Tajo-Segura. Una parte (150 hm3) seguirían llegando desde la cabecera para abastecer a la población de Murcia, Alicante y Almería, y el resto (unos 450 hm3) desde Cáceres para los regadíos. La idea es que primero se solucionen los problemas de Castilla-La Mancha, condición imprescindible para lo demás.
Es interesante conocer cómo respiran los ciudadanos de cada zona ante esta propuesta. Algunas webs echan humo estos días tras la noticia que publicamos el pasado domingo.