Por Fernando Caride.
Las marcas de hoy en día ya no hacen comunicación de sus productos, lo que pretenden es generar en sus públicos, y en quienes no lo son, una emoción de simpatía que les atraiga hacia ellos.
Ya no importa que vendas relojes, zapatillas o viajes transatlánticos. Lo importante es que esa marca, la que sea, me caiga bien. Así no solo les voy a comprar, sino que llegado el caso hasta les voy a defender.
Volkswagen nos ha mentido pero es una marca amiga, por eso creo que su gran crisis de reputación no se puede comparar a la que se habría generado si la mentira hubiera venido de alguna marca de telefonía, de alguna eléctrica o de Ryanair.
El problema de Volkswagen se solucionará echándole la culpa a un directivo, “esa persona mala que estaba dentro de una organización buena”.
¡Qué importante es generar en nuestra comunicación, ya venga de nuestra publicidad o de nuestro gabinete de prensa, una corriente de opinión favorable a nuestra marca! Así, cuando tengamos el problema, nos costará menos salir del hoyo.