Llevan muy poco tiempo entre nosotros (los españoles) pero, como ocurre en todas las tradiciones comerciales digitales, ya no podemos vivir sin el Black Friday o el Cyber Monday. Ni las marcas, ni los consumidores ni la publicidad. Estos días se han instalado en nuestras vidas férreamente, como el de los enamorados, que nadie celebra, pero que llena los restaurantes.
No podemos vivir sin ellos, como tampoco sin Netflix, sin Amazon, sin Whatsapp o sin alguna de estas adopciones que hace unos pocos años ni sabíamos pronunciar.
El espíritu del Black Friday y del Cyber Monday es muy antiguo: se trata de fomentar, aún más, un consumo que ya de por sí es grande por la época del año en la que nos encontramos. En sus inicios norteamericanos, el Black Friday comercial (no bursátil) se acuña debido a que era el día en que los comercios dejaban de tener números rojos (perdidas) para pasar a beneficios gracias a que empezaba el incremento del consumo de cara a Navidad. De esta forma los comerciantes pasaron a exprimir aún más el consumo con ofertas, amplitud de horario comercial o más empleados. De la misma forma que ocurre en el caso del Cyber Monday, el objetivo es aprovechar el tirón, vaya.
Y esto es lo que queremos todos: aprovechar el tirón, pescar mucho más, por eso se ha trasladado a todos los sectores, desde comprar una lavadora hasta hacerse un lifting facial o divorciarse. Todo tiene descuento. En el universo online la locura aún es mayor, la ganga se escapa como no estés atento, las ofertas caducan y nos sentimos decepcionados ante un e-commerce que no anuncie productos en oferta.
Como marca (productos o servicios) tenemos la oportunidad y casi la obligación de aprovechar este u otros días o semanas de “me lo quitan de las manos” que tengamos a lo largo del año (Navidad, Reyes, San Valentin…). Ahí van algunas de las claves para ser efectivos:
-Planifica con tiempo. Ten preparado con tiempo la creatividad de la campaña, los mensajes, los canales, los soportes… Sí, la Navidad de 2026 también será el 25 de diciembre.
-Piensa en digital. ¡Claro, qué te vamos a decir desde una agencia de marketing digital! Pero las ventajas de los canales son numerosos y te permiten llegar a tu público de forma directa con soportes muy económicos (estrategia Social Media, email Marketing, SEO, SEM…).
-Comunica en 360º. No serás el único, y lo sabes. El consumidor recibe muchos impactos publicitarios online (email, banners, redes sociales…) por lo que debemos completar de manera offline la pegada de nuestro mensaje. Lo ideal sería un reparto presupuestario equitativo (no vale solo con postear en nuestro canal de Facebook).
Todo ello no garantiza el éxito, ni mucho menos, pero sí que evita el fracaso de tu marca (fracaso = desaparecer de la mente del consumidor) en momentos en los que hay que aprovechar el tirón.
¿Preparado?