No todos los aficionados del Real Murcia son murcianistas. A partir de ahora, tras el consumado descenso a Segunda, podremos comprobar qué aficionados son murcianistas y quiénes son meros coleccionistas de espectáculos que apenas les preocupa este equipo. Estos aficionados mal llamados murcianistas sólo siguen al Real Murcia cuando va bien, cuando gana partidos, cuando está en Primera. Pero, cuando el conjunto grana flojea, empieza a perder partidos o desciende de categoría; abandonan el barco y le dan la espalda a este equipo. Lo peor de todo no es eso. Se mofan de quiénes siguen cada domingo al Real Murcia, con toda la ilusión del mundo, sin importarles la división en la que esté. Por desgracia, y por experiencia, este año toca estampida de aficionados pseudo murcianistas -como los denomino yo-. La temporada que viene ya no habrán 25.000 abonados, pero yo me alegro. Sí, ya no será lo mismo. Estarán los 6.000 de siempre. Los que nunca fallan. Los que animan. Los que apoyan. Los que nunca se van. Los que siempre están. Los fieles. Los murcianistas. Los que el Real Murcia necesita. Prefiero a éstos a aquéllos, qué quieren que les diga.
A mi no me da rabia descender a Segunda División, pero tampoco me agrada. No me gusta la forma en que se ha producido -sin entrar en lo deportivo-: no ha existido la afición. No ha habido unión. No hemos remado todos hacia el mismo lado. Aunque todo esto ha pasado, pasa y seguirá sucediendo en esta ciudad. Por eso, yo prefiero tener una masa social reducida pero fiel y entregada al máximo con el equipo desde la primera hasta la última jornada; que a 25.000 socios, de los cuales, más de la mitad abandonan sus localidades veinte minutos antes partido sí partido también, silban al entrenador y a los jugadores a las primeras de cambio y sólo saben criticar a destajo a este Club comparándolo como si el Real Madrid se tratase. Si para remediar eso, la única salida es militar en Segunda División… Yo prefiero la Segunda División -hasta que no haya algún cambio significativo-.
El Real Murcia no necesita este tipo de gente. El Real Murcia, en sus cien años de historia, requiere otro tipo de afición. Así, nunca seremos grandes. Ese es el primer -y urgente- cambio que necesita este Club Centenario.
A todos aquellos aficionados que han ayudado, de una forma u otra, en este descenso: mi enhorabuena. Se han salido con la suya, lo han conseguido. Fantástico. Muchas gracias por todo.
A los demás, este descenso debe servirles como una inyección de murcianismo. Ahora es cuando más hay que apoyar a esta entidad. Ahora, sobre todo ahora, es cuando hay que sentirse más murcianista que nunca.
Yo soy murcianista, ¿y tú?