Es escandaloso. Mientras Mejía sale diciendo que el vestuario ha cerrado filas para entre todos sacar esto adelante, Javier Clemente la sigue liando. Ayer, la última. El técnico de Barakaldo y el médico del Club, Salvador Castillo tuvieron sus manos y sus menos en el entrenamiento de Cobatillas. Según parece, discutieron airosamente sobre el estado físico de Iván Alonso y darle o no el alta médica.
Mientras tanto, Clemente tiene otro frente abierto con el murciano José Antonio Morga, preparador físico que está trabajando con el técnico vasco desde que llegó al Real Murcia.
Esto va de mal en peor. Clemente es el primero que desestabiliza el vestuario. No llevamos ni dos jornadas y hay bronca día sí, día también.
¿Alguien piensa que con este clima de crispación, el Real Murcia podrá lograr el objetivo marcado para este año: el ascenso?