En el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Muchos piensan eso del lateral derecho De Coz, aunque lo cierto es que, en el tramo final de la temporada, el sevillano está aportando mucho más que el resto de jugadores granas: entrega, sacrificio y compromiso.
No hay que confundir oportunismo con reconocimiento. Ni antes era un pésimo profesional ni ahora es el mejor futbolista del mundo, pero hay algo evidente: De Coz es uno de los pocos jugadores de esta plantilla que mejor final de campaña está haciendo, que puede sentirse orgulloso de dejarse todo en el terreno de juego y que es de los pocos que se salvan del desastre deportivo de los últimos encuentros.
Todos somos conocedores de las limitaciones que tiene De Coz, pero tampoco debemos olvidar que el Real Murcia está en Segunda División peleando por no descender al pozo de la Segunda B y, aún peor, que el año que viene, el objetivo será el mismo.
El andaluz está en forma, ejerce de carrilero siendo lateral, ya no sólo es quien asiste sino quien materializa los goles. Atrás es seguro; arriba es atrevido. Su nombre, desde su llegada, ha venido siempre acompañado de críticas y él, en silencio y sin hacer mucho ruido, no sólo se ha hecho con un puesto en el once titular sino que ha demostrado ser una pieza clave para el proyecto de la temporada que viene.
El conjunto pimentonero necesita jugadores comprometidos como De Coz para el nuevo Murcia. Futbolistas que quieran comerse el mundo y que no se le caigan los anillos por tener que trabajar muy duro para tener contenta y satisfecha a una afición maltratada en las últimas campañas. Quien no de la talla, quien no sude la camiseta, quien no corra como el que más, no deberá formar parte del Real Murcia de la temporada 2009/2010.
Mientras, Cartagena celebra el ascenso de su equipo a la Segunda División cantando entre otras cosas: «es murciano el que no bote». Deben saber estos aficionados que muchos murcianos se alegran de que el Cartagena milite de nuevo en la división de plata. Así, después de algunas décadas, el Real Murcia tendrá de nuevo un aliciente de peso y una motivación añadida en una temporada que se prevé algo rácana en cuanto a fútbol y en cuanto a resultados