El Real Murcia sale de la zona de descenso como debía hacerlo: cerrando bocas. Porque nadie creía en el equipo, porque nadie confiaba en el entrenador, porque los protagonistas del partido fueron Bruno y Capdevila -con sus goles- y Elía -con sus paradas-: los tres jugadores injustamente más criticados por la grada en los últimos años.
Bruno por su calidad, Capdevila por su entrega y Elía por su compromiso, son tres pilares básicos que representan las ganas de un vestuario por devolver la ilusión a una afición tan maltratada deportiva y socialmente desde que llegó Jesús Samper al conjunto grana.
Como hemos ido defendiendo algunos -pocos- en las últimas semanas: el Real Murcia iba a salir muy pronto del descenso. José González tiene su once, el mejor: unos jugadores capaces de sacar de quicio a cualquier equipo rival. Seguros en defensa y veloces arriba. Tres goles a favor y ninguno en contra en los últimos dos partidos es una prueba evidente de ello. Contamos con dos de los mejores extremos de la categoría: Isaac y Pedro. Por no hablar de los laterales: Albiol, De Coz y un inconmensurable Sergio Escudero. Una zaga veterana e infranqueable. Y Natalio, arriba, es un seguro de vida. La falta de puntería de Kike o Chando no es un contratiempo; es una simple anécdota. La ansiedad desaparecerá cuando lleguen los goles y, con ellos, las victorias.
Ahora es tiempo para saborear el triunfo. Y a quiénes no creían o siguen sin creer… El Real Murcia seguirá cerrando sus bocas con victorias.