Le gusta poco aparecer en los medios y dar la nota, y el Barça-Valladolid como deselance de la Liga le viene como anillo al dedo. Muchos reportajes y entrevistas están apareciendo esta semana en los medios de comunicación. Uno de ellos, el otro día, en el periódico La Verdad: Javier Clemente: «No habrá ‘autobús’ en Barcelona». Os preguntaréis… ¿Y que tiene que ver ahora Clemente con el Real Murcia? Me indignó una de sus respuestas en la entrevista que le hizo Manolo S. Breis:
– ¿Por qué no consiguió en Murcia lo que está haciendo en Valladolid?
– El equipo no pudo hacerlo. Cuando fiché por el Murcia en Primera fue en una situación parecida a la del Valladolid, incluso mejor, ya que había más tiempo por delante. A aquel equipo le faltó consistencia para mantener los resultados. No había mucho trabajo. No había mucha pelea.
¡Qué cara más dura! Quizás no recuerda Clemente que daba dos días de descanso a su plantilla y no entrenaban hasta el miércoles. Luego les ponía a correr media hora al día. Sí, apenas 30 minutos. ¿Y me dice ahora que no había trabajo? Pues si no había ni trabajo ni lucha mucho tuvo que ver el entrenador. Pero él era el primero que no estaba comprometido con la causa. Durante su estancia en Murcia, el Real Murcia dio una imagen poco digna de un club centenario y él, y sólo él, fue el único responsable de ello. Sólo se preocupaba por hacer declaraciones “graciosas” y de mal gusto en sus ruedas de prensa y ser, sin tener que serlo, el protagonista del Real Murcia en los periódicos día sí, día también. Y gracia no tenía ninguna. Mientras él bromeaba con la prensa, el Real Murcia estaba a punto de descender a Segunda B.
Con el Real Murcia no se juega. Y la afición se lo hizo saber a Javier Clemente y a Jesús Samper con sentadas, pañoladas, cánticos, etc… A las dos semanas, Clemente -el displicente- fue cesado y Campos tomo las riendas de un equipo destrozado. Había pasado por el banquillo grana uno de los peores entrenadores de la historia del Real Murcia. Y son más de 100 años…