El Real Murcia ganó por la mínima al Numancia y por goleada a Lizondo Cortés. Una victoria que sabe a poco pero da confianza a todos. Celta y Girona ganaron. La diferencia sigue siendo de dos puntos pero la sensación es muy distinta. Antes, la afición no creía; ahora, la grada tiene algo claro: sabe que el Real Murcia saldrá, tarde o temprano, de la zona de descenso aunque reciba arbitrajes tan deleznables como el del colegiado valenciano.
José González tiene su once, el once de todos: el mejor once. Buena señal. Unos jugadores comprometidos y con confianza. No sólo ha llegado el buen juego sino los goles. El conjunto grana tiene el balón, no le crean peligro y genera ocasiones de gol que ahora, por fin, materializa. Serios en defensa, veloces arriba y haciendo daño por las bandas, los murcianistas son, hoy por hoy, un equipo muy difícil de ganar. Y sus rivales lo saben y lo respetan.
El Real Murcia alcanza los 24 puntos. Le quedan otros 24 para lograr la salvación. En los últimos cinco partidos sólo ha perdido uno, el de Huesca, y nunca tuvo que pasar. Lo único que le falta es encadenar tres o cuatro triunfos consecutivos para ver tranquilo desde arriba la pelea del descenso.