Qué mejor en estas fechas que jugar a los pasatiempos. ¿Quieren? Les pongo encima de la mesa las dos imágenes. Una, domingo 18 de agosto de 2007. Partido de presentación del Real Murcia. Dos, sábado 16 de agosto de 2008. Partido del Centenario del conjunto grana. Cierren los ojos por un momento y piensen qué diferencias encuentran entre ambos actos. ¿Lo ven fácil? No hay ninguna. Eso es lo primero que a uno le viene a la cabeza. Ambos acontecimientos son prácticamente idénticos. Alguien ajeno al Real Murcia que haya presenciado ambos encuentros, lo más probable es que no sepa distinguir cuál de los dos es el partido del Centenario.
Pero no hay que ser catastrofistas, hombre. Sí que hay diferencias. Piensen… Hay que indagar un poco más en las similitudes. Empecemos por lo básico: el rival. No es lo mismo el Larissa griego, un equipo rocoso y aguerrido, siempre incómodo para sus rivales, que un Ajax de Amsterdam en horas bajas que mucho me temo, visto lo visto en Nueva Condomina, lo va a tener muy complicado para quedarse entre los cinco primeros en la liga holandesa.
Luego, la fecha de celebración. Ante el Larissa, la temporada pasada, el encuentro se jugó el domingo 18 de agosto, tras el puente de la Virgen. El partido del Centenario, por el contrario, se ha celebrado justo en medio del puente. ¿Más diferencias? La asistencia de público. Ante el Larissa acudieron 14.000 espectadores. ¿Y al partido del Centenario? Menos. Poco más de 12.000. Y eso que teóricamente debería ser uno de los partidos más significativos del Real Murcia en sus 100 años de historia.
Tampoco hay que olvidar los prolegómenos del encuentro. «Pero si son los mismos que el año pasado: el cajón donde se suben los jugadores, los discursos, las luces…», dirán algunos. Están confundidos, les respondo yo. El Real Murcia ya se ha preocupado en no repetir los mismos actos. ¿Qué se creen? Por partes. El cajón del otro día llevaba una leyenda distinta: Partido del Centenario. Y no el cartel: Partido de presentación del año pasado, que es lo que fue lo del sábado: un partido más de presentación. Después, los protagonistas de los discursos no fueron los mismos. Mejía y Clemente no tienen nada que envidiar a Cuadrado y a Alcaraz. Tampoco fue igual la respuesta del público hacia esos discursos. Mientras que la temporada pasada, la afición ovacionó a Jesús Samper, en esta ocasión se oyeron pitos desde la grada. Ya no las tiene todas consigo. Ah, me olvidaba de los fuegos artificiales. En ambos partidos hubo espectáculo pirotécnico. Sí, pero este año tuvo lugar fuera del estadio. El año pasado, en cambio, dentro de Nueva Condomina. Aquello no sólo fue original sino espectacular.
¿Ven? Hay más diferencias de lo que pensaban antes de leer esta columna. Ahora bien. Yo he encontrado una similitud entre ambos acontecimientos: ninguno de los dos partidos ha tenido recupercusión nacional. Es muy triste que lo único que haya trascendido sobre el partido del Centenario sean los pitos a Oleguer. Estas cosas suceden por haber organizado un partido de presentación, y no de un Centenario.
Como dije hace unos meses; el Centenario del Real Murcia morirá sin tener recuerdo. Una pena. No será por la afición. Que quede claro.