En el plano deportivo, para qué hablar. Una paupérrima imagen en Vallecas y una menos mala en Nueva Condomina ante el Levante, han desatado las iras de la afición murcianista. El técnico de Barakaldo parece no tener muy claro las posibilidades que tiene este equipo para lograr el ascenso a Primera División. No sabe lo que quiere, ni lo que tiene. Y mira que Jesús Samper ha vuelto a tropezar en la misma piedra este año dejando hacer y desahacer a sus anchas al entrenador. Primero desecha a jugadores totalmente válidos para este proyecto y que lo han dado todo por el Real Murcia. Después aparta a un portero de garantías como es Carini. Y por último se queda con jugadores que ahora ni convoca, como Marañón; ni da minutos, como a Bruno. Y para terminar vuelve loco al equipo. Coloca a un lateral de central. A un central de lateral. A medio encuentro, los cambia de puesto. Pone a dos delanteros que no presionan arriba, a dos interiores que no bajan a defender y a un Aquino perdido en la media punta. ¿Dónde está el centro del campo? ¿Quién construye? ¿Guerreiro? Falta un líder. Falta un organizador.
Y porque no quiero detenerme en lo extradeportivo. Eso es una de las cosas que más le molesta a esta afición. Que vaya saliendo por ahí diciendo que si el juego de la Selección no le gusta, que si el Madrid,… En uno de sus alardes de sabiduría, en Julio, cuando confeccionó esta plantilla, sentenció que con este equipo no habría descendido a Segunda. Cuidado, que a lo mejor donde desciende es a Segunda B. Mucha gente que se quejaba de Alcaraz, ahora lo añora. Con él, en Segunda, no veíamos buen juego pero ahí estaban sus números. Con Clemente ni hay buen juego ni hay resultados. Me sigue costando mucho creer en este proyecto. Ojalá Javi cambie.