Este Real Murcia enamora, va mejorando a medida que pasan las jornadas. El partido del domingo fue uno de los mejores encuentros que recuerdo al equipo grana como visitante en mucho tiempo. No ganaron en el campo, pero sí conquistaron, con sus ganas y su esfuerzo, la confianza de todos los murcianistas. Lo dieron todo y no se llevaron nada. Una pena. Eso sí, han hecho lo más difícil: devolver la ilusión a la afición.

Si bien la plantilla grana ha sido criticada esta temporada en reiteradas ocasiones por su falta de entrega y sacrificio, en estos momentos sólo se le puede felicitar y agradecer el cambio de actitud que está teniendo en los últimos partidos. El equipo parece otro. José Miguel Campos ha sido la pieza clave para convencer a los jugadores que la salvación aún es posible. El Real Murcia, desde la llegada del técnico mazarronero, es distinto: todo ha cambiado. Se ha conseguido rachas hasta entonces impensables como ganar fuera en repetidas ocasiones, obtener cinco triunfos consecutivos y reducir considerablemente el número de goles recibidos o las tarjetas y penaltis en contra. No sólo eso: el equipo ahora juega al fútbol como local y como visitante. Ante el Hércules, que es segundo en la tabla, el conjunto grana dominó el partido territorialmente. Tuvo el balón, lo mimó y creó peligro de cara a gol, incluso con un jugador menos en el terreno de juego. El Real Murcia, en los últimos encuentros, tiene más posesión del balón gracias a Movilla y Bruno. Ambos hacen un tándem perfecto en el centro del campo: crean y destruyen a partes iguales.

Obviamente, no todo es perfecto. La defensa sigue generando dudas. Peña, aún siendo irregular, es el único que se salva. Con puntuales refuerzos en la zaga y en las bandas, el Real Murcia podrá afrontar el próximo año la competición con garantías de lograr la permanencia y luego, si cabe, aspirar a algo más.

Todo esto, dando por hecho la permanencia. Estoy totalmente seguro que Campos y los suyos lo darán todo por salvar esta complicada temporada de la mejor forma posible.