La permanencia no es un hecho pero sí una realidad. La preocupación es diferente: antes era la salvación y ahora es la planificación deportiva de la próxima temporada. Son momentos para el atino o el desatino en las bajas y en las altas. Todos las apuestas deben tener un denominador común: tener claro cual es el objetivo del año que viene y el presupuesto destinado para la confección de la nueva plantilla. En base a eso, yo tengo mi lista negra.
Le buscaría equipo a los tres porteros: Elía no me da seguridad, la ficha de Carini es insostenible y Alberto cuenta sus actuaciones como fracasos. La defensa sería la línea que más acusaría los descartes. A Lillo y a Balogh los devolvería a sus respectivos equipos. Ochoa y Xisco Campos han desmotrado que no están a la altura de las circunstancias. Dudo mucho que Mejía siga en Murcia con la ficha que tiene. Y De Coz y Marañón son jugadores válidos pero muy irregulares. Si surge alguna oferta, los vendía. En el centro del campo, Movilla y Kabous son jugadores necesarios pero deben rebajar sus pretensiones económicas. Guerreiro y Montoro sobran en esta plantilla. Uno jugaba antes con Clemente y no hacía nada; el otro juega ahora con Campos y tampoco hace nada. En las bandas, de Nuñez y Cuéllar esperábamos más y sus fichas no son proporcionales a su rendimiento. Y, en la delantera, con Aquino lo tengo muy claro. El Real Murcia necesita dinero. Yo haría caja con él.
Es mi lista negra.