Volar no podía (marzo de cualquier año…)
Pradera azul me enamoré de tu luz, último rizo espumoso inundando mi recinto arenoso. Y mientras tanto, corro y subo al faro, oteo la placidez del horizonte, el sol amarillo me deslumbra con su brillo, pero no dejo de mirar esperando tu presencia y zarpar a un mundo lejano. Faenan los pescadores y […]