El radiante fulgor de la mañana
refleja la luz de tus ojos,
verde manzana.
Cuando ríes rompes la monotonía matutina,
cuando despiertas, tus largas pestañas
abanican tu semblante, libre e inocente,
cuando lloras, gotas de rocío inundan tu rostro
para hacerlo más hermoso.
Aire son tus suspiros, emotivos y tormentosos,
lágrimas tus sentimientos,
ira y desasosiego produce tu ausencia.
Y entonces comprendí porqué se llora.
Lloré y no me avergoncé,
confesé que pude tenerte
pero no te merecí,
lloré cuando nadie me vio,
fingí no quererte, pero nadie me creyó.
Ya ves, solo soy un hombre que lloró.
¿Cuando podré dormir
y comenzar el sueño que soñé?;
¿cuando tus labios humedecidos
rozarán los míos?.
Tal como las gotas de rocío para la flor,
así como su néctar alimenta la abeja,
tu boca satisface mi olvido por el tiempo no vivido,
enloqueciendo mi mente y pronunciando mi ceguera.
Ya ves, solo soy un hombre que se aleja
porque no pudo tenerte…..a su manera.