¡Que importa cuántos años tenga!,
no es la que dice la gente,
sino la que mi corazón siente
y mi cerebro dicte consciente.
Tengo los años necesarios
para gritar lo que pienso,
para ser libre y hacer lo que deseo
sin ofender a los que quiero.
Tengo la edad de los sueños cumplidos,
de reconocer errores y transmitir a mis sucesores,
Tengo la edad en que el amor,
a veces, es una llamarada de fuego
de una pasión deseada,
y otras, un remanso de paz
en una playa olvidada.
¿Cuantos años cumplí?
¡Que mas da!, al hombre al fin conocerás por su vivir,
por lo que ha dejado tras de si.
No sé cuantos cumplo, sé que no dependí de otros
para progresar, sé que supe escuchar,
que hice lo que sentía y dije lo que pensaba.
No sé cuantos cumplo, pero esta puede ser mi historia
y tomaré el sendero hasta que se apague mi memoria.
Murcia, 8 de marzo de 2013 — El Salto del Grillo