Cuentan que había un ciego sentado en la esquina, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera en el cual se leía:
“POR FAVOR, AYÚDENME, SOY CIEGO”
Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y vio unas pocas monedas en la gorra.
Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio la vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el cartel de madera sobre los pies del ciego y se fue.
Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó qué había puesto en el cartel.
El publicista le contestó:
«Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras», sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:
“HOY ES PRIMAVERA Y NO PUEDO VERLA”.
21 marzo de 2013 – El Salto del Grillo