Nunca están cuando más se les necesita, pillan todos los puentes, enlazándolos con bajas laborales. Son los reyes del escaqueo, un espécimen del que no sabemos si entran o salen del trabajo.
Tienen la virtud de colgarse todas las medallas al mérito sin hacer nada, capaces de esquivar responsabilidades. Son grandes seductores, encantadores de serpientes, por ello resulta difícil librarse de ellos. Son personas que saben un poco de todo, sin especializarse en nada, saltan de conversación en conversación, y de proyecto en proyecto, “saben coger las buenas olas y cuando una cae, tienen la gran capacidad de coger otra, son auténticos surferos”.
Encuentran siempre excusa para evitar las promociones que les pueda generar un trabajo añadido.
Quizás una forma de pillarles es cuando se trabaja por objetivos y se establecen responsabilidades, estos personajes pierden el sitio, tratan de evadirse, excusarse, utilizan al compañero, etc.
No tienen mala intención, simplemente son así, piensan que el mundo está hecho para su disfrute, y sobreviven una y otra vez a ajustes de plantilla y recortes.
Sin embargo, todos tienen parte de culpa:
Los compañeros: No tienen el valor para hablar con él de una manera clara y denunciable.
Por supuesto, el jefe: Un buen jefe no permite que esta persona goce del crédito de un buen trabajo y a fin de mes sea recompensado como el resto de la plantilla.
Y la última culpable es la dirección de la empresa por no establecer controles y objetivos.
El tema no es baladí, cuando te cae un compañero así, tanto si usted es jefe como un compañero sufridor, suponen una lacra para todos, minan la moral de los buenos, disminuyen el rendimiento del grupo, ya que cuentan para el cómputo de gastos pero no aportan su cuota de labor.
Resumo:
No se trata de despedir a cualquiera por nada y a cualquier precio, pero es verdad que resulta muy difícil desprenderse de alguien que sencillamente se escaquea.
No es preocupante, un 10% sobre población laboral, dice McEncroe, porcentaje que se supera en la Administración Pública, el problema es de calidad en empresas y servicios públicos.
Y la música comienza a desafinar ya no es fácil esconderse o escaquearse, elevando estridencias que dejan al descubierto a esta clase de personajes, motivado por la actual crisis económica.
Murcia, 24 noviembre de 2013.