Envejecer significa iniciar un nuevo proyecto de vida. No te han expulsado de ninguna otra, simplemente comienzas una nueva.
La vejez es volver otra vez , reconstruye tu identidad, y por primera vez ya no necesitas fingir, no precisamos demostrar lo que no somos, tan sólo lo que amamos.
Está claro que para los artistas o para los que desarrollan una actividad intelectual, envejecen mas tarde, su disfrute es pleno, realmente no se jubilan, mientras que el resto la interrumpen , paralizan su actividad y su ocaso mental es mas rápido.
Buen ejemplo son, Picasso, Miró, Vargas Llosa, Delibes, Gaudí, o Manuel de Falla.
Para el que su trabajo físico fue duro es un premio el descanso que la jubilación supone.
Los altos directivos, con personas a su cargo, echan de menos su puesto de trabajo porque ya no tienen a quien mandar, la jubilación quizás sea un olvido, un encierro por la ausencia de dominio y poder.
En ese voluntario encierro puede ocurrir que discutas con mas frecuencia con tu pareja, es lógico, estas ocupando durante mas tiempo su espacio, pero no debe preocuparnos, una vez ajustado el territorio volverá la convivencia. Pero lo realmente preocupante sería no discutir que predominara el silencio en la casa, que se instalara el aburrimiento y la indiferencia en cualquiera de los cónyuges.
Porque nos equivocamos cuando pensamos que al envejecer ya no nos queremos, mas al contrario, envejecemos cuando dejamos de amarnos.
Porque cuando jóvenes éramos me costaba entender tus señales, hoy puedo leer tu mente…mirándote.
Porque no es fracaso cuando no lograste todos los objetivos propuestos, mas al contrario, lo vivido es un triunfo disfruta lo conseguido.
La jubilación, ¿una liberación o un encierro?, de ti depende que vivas en el cielo o en el infierno.
Murcia, 5 de marzo de 2014