ACABAR con la apatía que invade el mundo no es tarea de ningún salvador, de ninguna ideología. El único salvador a recurrir está en nuestro propio interior en nuestras actitudes. Luchar contra todo aquello que nos hace esclavos. Siendo soberanos de nuestro destino a través de nuestros representantes elegidos democráticamente, siendo éste el menos malo de los sistemas de gobernanza prestado.
Tomamos estas ideas de Epicuro y así:
Amigo Daniel, se acaban de celebrar los últimos comicios, su resultado es ambiguo, hasta dentro de unos 20 días no conoceremos los ganadores. Aún está por ver.
Quizás el triunfador sea la ciudadanía porque habrá unas negociaciones de los partidos elegidos, cediendo cada uno las cabezonerías o los intereses de cada grupo y aproximar al ciudadano soluciones que cada uno aportará. Ya que gobernar en mayoría, a veces, resulta casi una dictadura.
También tiene sus detractores: ¿por qué el partido mas votado que refleja la voluntad de esa mayoría no gobierna?, ¿por qué someter al votante a unos acuerdos de partidos minoritarios que impone su revolución doctrinal?
Bien sabemos que 3 más 2 más 1 es mayor que 5. Aritméticamente correcto, pero en voluntad ciudadana creo que no.
Amigo Daniel, el partido en el gobierno perderá o ganará las generales, no lo sabemos. Depende de ellos mismos en sus reformas interiores, nuevos candidatos etc.
Pero de lo que no tengo duda que es el único partido conservador, y que defiende la unidad de España, su himno y símbolos, hoy defenestrados por algunos que se consideran salvadores patrios.
El otro grande, en la oposición, con sus tratos abandona su centralidad única de partido nacional y queda expuesto a someterse a nuevos partidos de los que no se sabe qué tipo de gobernabilidad aplicarán.
Ahora bien, la belleza de la democracia radica en que permite la alternancia sin violencia, reconoce los derechos de las minorías, admite que la mayoría ejerza el poder por ser la voluntad del pueblo, pero no está en posesión de la verdad. Lo decía Karl Popper.
Murcia, 31 de mayo de 2015