Un país que se considere un “estado de bienestar”, deben sus sus ciudadanos haber logrado una pensión suficiente y una especial atención en su entorno mas cercano.
De otro modo sería pobreza, abandono y fracaso de un futuro fraguado durante su etapa laboral, donde los problemas.(desilusiones, obligaciones y engaños), propios de la vida, los amortiguamos con la ilusionante jubilación.
Las pensiones no es ningún subsidio estatal, es el fruto de lo acumulado por el trabajador durante su vida laboral, aportación que se realiza a través de la empresa, así como el autónomo lo realiza directamente a la mutualidad.
Se trata de una hucha que rompe a la edad de la jubilación, tal como figuran en los pactos y convenios regulados por la Ley. La cuantía pensionable está en función del nivel de cotización y el tiempo que se ha mantenido. Y el Estado es gestor, custodio y garante del fondo.
Pero dice el Sr. Linde “que no se pueden garantizar en el futuro el nivel actual de las pensiones, y añade, “tenemos un problema demográfico, con menos nacimientos y una mayor esperanza de vida”, y concluye “eso no lo resuelve un Gobierno con una ni varias leyes”.
Pues sí, Sr. Gobernador, con creatividad e imaginación, consenso y un debate abierto entre los interlocutores involucrados. Esto dice la ministra del ramo, y añade, “las reformas del sistema de pensiones han de ser fruto de un pacto intergeneracional ..” Llevaremos el próximo mes de septiembre a las Cortes el proyecto de ley para definir el factor de sostenibilidad de las pensiones. Para que los actuales pensionistas no pierdan su capacidad adquisitiva y los futuros la garantía e ilusión de una pensión digna y suficiente”.
Y digo yo, si el fondo de la caja comienza a disminuir quizás sea por estar mal gestionado, quizás por la crisis de empleo actual, quizás por ser un sistema de “transferencia intergeneracional”, como dice el Sr.Montoro, o como dice el Sr. Rosell “tendría que haber mas gente cotizando”, y sigue “porque lo que vamos a tener en el futuro es un mayor número de jubilados”, como si de una invasión no esperada se tratara, y sigue “que en los últimos años ha aumentado la cuantía de la pensión mínima”, pero no indica que han bajado la cuantía de la pensión máxima, a pesar de que algunos tenían derecho por haber cotizado a la mayor.
En resumen; unos necesitan a otros para cobrar lo yá depositado, es decir, dependen los actuales pensionistas de la entrada de nuevos trabajadores.
Aquí el Sr.Rosell, y el Gobierno por supuesto pueden hacer mas, “favorecer mecanismos del mundo de la empresa e incentivos fiscales para creer empleo.”
Este importante tema ya se trato y con gran éxito en el llamado “Pacto de Toledo” por el año 1995. La ministra subraya la importancia que tuvo la creación del Fondo de Reserva, usado por primera vez en 2012 y que ha permitido seguir pagando las pensiones pese a la pérdida de tres millones de cotizantes, en sí, es un claro ejemplo de previsión y responsabilidad al haber aprovechado los años de bonanza para afrontar la crisis actual.
También en el citado Pacto en su “recomendación nº11” dice, “garantizar por ley el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas con medidas que aseguren la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones en el futuro”.
Necesitamos crear fórmulas, ejemplos; planes de empresas que aporten al trabajador una cuota pensionable, con deducciones fiscales para ésta, y para el empleado, garantía de complemento con la pensión estatal.
Ya existen convenios que contemplan esta relación, a Daniel, particularmente le ha salvado de un empobrecimiento futuro.
Así como mejoras fiscales en los productos de ahorro privado a largo plazo para complementar la pensión de jubilación.
En definitiva es un tema que a todos compete, si antes no fallecemos, y que está demostrado que las crisis son para inventar nuevos modelos cuando los actuales han dejado de funcionar pero no lamentar y estancarse por que halla perturbaciones económicas y demográficas, que nacen menos y los mayores duran más.
Murcia, 14 julio 2015.