¿Se puede cambiar el alma humana? ¿Y de qué manera?¿Por qué cambiarla?
Porque los hombres sufren y hacen sufrir. El mundo es lugar de sordidez y de tortura . El que ama a los hombres no puede menos que sentir en sí, como un deber absoluto la necesidad de actuar para que haya menos infelices en un mundo lleno de tragedias provocadas por él mismo, no por la naturaleza.
No basta con querer cambiar las instituciones, las doctrinas, las castas dominantes. Para obtener una verdadera transformación total y duradera en el tiempo es necesario cambiar en el fondo las potencias y las virtudes internas del hombre, sus sentimientos y sus pasiones fundamentalistas.
Querer cambiar el alma humana significa, además de considerarla contaminada y defectuosa en alguno de sus principios, tener un modelo al cual queramos conformarla para que se libere de sus potenciales maldades y se eleve. Para el creyente; cristiano, musulmán, budista,. el modelo es absoluto y divino incuestionable pues sus líneas han sido trazadas para siempre por el Evangelio, el Corán…
Para el agnóstico es la conquista y lucha en el día a día, todo queda en la tierra y cuando llegue tu final te llevarás lo que quepa en tu féretro.
Para el creyente, el cielo y el infierno vienen después de la vida, mientras que para el incrédulo la gloria y el infierno están en la misma vida terrenal. Pero tanto para unos como para otros convencidos quedan que existe un castigo o un gozo para sancionar su comportamiento.
¿Por qué caminos se puede conseguir este radical cambio? En apariencia imposible y sin embargo necesario:
-Reflexionando sobre la temporalidad en este mundo, donde nada nos pertenece ,nada dejamos, tan solo el recuerdo de nuestra conducta.
-La empatía de saber situarse en el lugar del otro, porque no hay mayor rédito que la satisfacción de haber ayudado a nuestro semejante.
-Buscar la paz interior cada mañana, “el perdón no cambia ni cierra el pasado, pero sí abre el futuro”.
Porque el odio reconcome el alma, te hace esclavo de ti mismo, nunca termina. Porque los celos (maltrato doméstico) causan dolor en las propias familias.
Porque la envidia discrimina en las capas sociales generando engaños y
ruindad en el alma afectada.
Porque el ansia de poder y dominio territorial causan guerras raciales, (los Balcanes, Oriente Medio, Cuerno de África)..
Porque el fundamentalismo religioso ha causado mas guerra en el mundo que ningún otro motivo.
La contaminación del alma nace en la tierra:
Sin causa Dios nos dio el ser, sin causa devuélvelo otra vez, pero limpio como Él te lo dio. (San Agustín).
Claro que hay un buen número de almas que vienen ayudando a sus semejantes el voluntariado, países en guerra, hombruna y otras calamidades de los pueblos pobres.
Pero no es preciso salir de nuestro entorno para accionar las bondades del alma, podemos ayudar acogiendo a refugiados que piden albergue y futuro para sus familias, porque en su país se mata sin tener muy claro el por qué.
Alguien dijo: “la existencia de Uno, hace necesaria la del Otro”.
Pero podemos elegir a uno o a otro, es libertad de que disfruta nuestra alma.
Murcia, 24 septiembre de 2015