«La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede» (Huxley). Este escritor británico nos revela lo que podría ser la capacidad más determinante del éxito de un individuo, la del líder:su análisis, su propuesta de renovarse a sí mismo, y su adaptabilidad al entorno mas critico.
El líder fuerte no es aquel que enriquece algunos, sino el que evita la pobreza de muchos.
¿El por qué de esta argumentación?
La situación sociopolítica del país requiere liderazgos fuertes y posiciones claras. No es momento de vendettas ni de tácticas para favorecer el voto a corto plazo. No ganar a cualquier precio, prometiendo programas condicionados por la UE o difíciles de cumplir.
¿De qué hablamos? De líderes fuertes que transmitan credibilidad. La dirección colectiva puede funcionar en tiempos planos. Las instituciones no son buenas gestoras de las crisis. Son los líderes fuertes los que adelantan su toma de decisiones. Ejemplo, las fronteras tienen que tener una rápida respuesta, no esperar a que la UE se reúna y decida. Dicen algunos líderes europeos que a ésta no le interesa el líder fuerte y contestatario. Se quiere, mas bien, el liderazgo de las “comisiones rogatorias” como algunos llaman, que propongan, que sugieran, pero NO que decidan.
Europa hoy sigue siendo un continente rico pero vulnerable y diverso en sus creencias y cultura. Y esa es una mala combinación. Algunos países no quieren vivir en sociedades paralelas. Si se quiere defender lo que tenemos, si queremos negociar con la propia UE o con otros países, debemos tener una posición de fuerza. Y decir, “no todos los refugiados caben no supone un rechazo a este desplazamiento pero si debemos organizar la partida y repartir el “pastel”, y para ello, seguimos necesitando un líder fuerte en los foros europeos e internacionales, apoyados, siempre que se pueda, por la mayoría de partidos, pero si no, el líder actuará y después le pediremos responsabilidades.
Que sepa y pueda coger “el toro por los cuernos”como dijo Angela Merkel. Como el dirigente francés, Hollande, que mantiene unida, a pesar de su población multiracial de creencias diversas, como Mijail Gorbachov que marcó un estilo en la Rusia zarista y estanilista, o como W. Churchill, carismático y determinante en la última contienda europea. También el Presidente turco, Erdogan, demuestra su liderazgo ganando por mayoría en un país muy difícil por su diversidad étnica y religiosa, sometido a presiones externas de países en guerra pero manteniendo un equilibrio con la UE.
Busquemos en casa al líder completo para llevar a cabo la mejor gestión en tiempos de crisis y demos le nuestra confianza.
En resumen: hoy día cuando las ideologías han perdido su esencia se impone considerar la capacidad del líder a la hora de votar.
Murcia, 05 de noviembre de 2015